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Mis discos favoritos 2022 (Primera parte)

Davo Valdés de la Campa

Estoy seguro que 2022 en el futuro será un año especialmente recordado por la gran cantidad de discos que se estrenaron. Una de las pocas virtudes de la pandemia fue precisamente la posibilidad de que muchos artistas, especialmente en la industria musical, pudieran detenerse a crear sin la presión del mercado o las giras y hacer discos honestos, bien producidos, realizados con calma y dedicación. Ese enorme corpus creativo de la era del covid, en su gran mayoría vio la luz en 2022. A continuación presento la primera parte de mis discos favoritos del año. La lista no sigue ningún orden de jerarquía ni cronológico, los puse conforme los fui recordando, revisitando y anotando en mi libreta. Intenté incluir álbumes de diferentes géneros y nacionalidades y sobra decir que es un listado absolutamente personal y sesgado por mis prácticas de consumo. En la lista no aparecen discos que me gustaron mucho y que dejé fuera por razones absolutamente arbitrarias (como que ya no quería escribir más y convertir esto en un texto ilegible o porque discos antecesores me parecieron superiores o porque seguro aparecerán en las otras miles de listas similares [en este rubro estarán Beyonce, Rosalía, Harry Stiles y pos yo mejor se los dejé a otros críticos]). Entre las joyas que dejé fuera están: Venice: Infinity Avantgarde de Hania Rami, Tu historia de Julieta Venegas, Dragon New Warm Mountain I Believe in You de Big Thief y Blue Rev de Alvvays y Special de Lizzo. Sin más, aquí están los elegidos:

  1. Unfold – Melody’s Echo Chamber
    Melody’s Echo Chamber es el proyecto de culto en solitario de dream pop/rock psicodélico de la música francesa Melody Prochet. En 2012 lanzó su álbum debut homónimo producido por Kevin Parker de Tame Impala (que era su pareja sentimental en ese entonces). Para muchos medios especializados fue uno de los mejores debuts musicales de ese año. Este 2022, se cumple una década de ese renombrado lanzamiento y para festejarlo se anunció una reedición de lujo, que llegó acompañada de un álbum perdido con el nombre de Unfold que incluye siete pistas raras e inéditas y que sería una especie de continuación. “El álbum se completó en un cincuenta por ciento, y luego la relación simplemente no sobrevivió al proceso”, dijo Prochet en un comunicado de prensa. “Y luego traté de trabajar en ello por mi cuenta durante un par de años, hasta que me di cuenta de que realmente me estaba lastimando al hacerlo”. El disco recupera los característicos falsetes de Melody en compañía de su guitarra eléctrica eufónica y sus paisajes oníricos. En sus propias palabras y no puedo estar más de acuerdo, suena “como una niña que encuentra una concha de mar especial escondida en la arena pero con la criatura del océano aún viviendo dentro, supongo que es el sonido de la liberación de lo amado”.
  2. Ali y Texas Moon – Khruangbin
    Khruangbin ya había sorprendido al mundo con su primer disco The Universe Smiles Upon You (2015), construido a partir de la música tailandesa en la década de 1960 (de hecho su nombre significa avión en tailandés). Desde entonces, Laura Lee en el bajo, Mark Speer en la guitarra y Donald Ray “DJ” Johnson Jr. en la batería, no han dejado de sorprender con su sonido que entremezcla el soul clásico, el dub y la psicodelia en temas que dan la sensación de extenderse hasta el infinito en un delicioso vaivén hipnotizante. Los miembros de este trío originario de Houston, Texas, fueron teloneros de Leon Bridges en su gira en 2019 y a partir de esa convivencia surgió un EP que lanzaron en 2022. El material lleva por título Texas Moon. Es un disco que explora géneros, melodías y atmósferas del paisaje texano en sintonía con el estilo como el neo-soul y el R&B de Bridges. Pero también este mismo año editaron Ali, en colaboración con el cantante y guitarrista Vieux Farka Touré. El disco se trata de un homenaje a la leyenda africana Ali Farka Touré, conocido en Occidente vía Ray Cooder. El disco nos envuelve completamente en un halo de nostalgia contestataria, la del África psicodélica.
  3. YESSIE – Jessie Reyez
    De padres colombianos, pero nacida en Ontario, Canadá, Jessie Reyez, es una cantante destilada y refinada de pop, despojada de todos los clichés de las cantantes glamurosas, con un estilo desfachatado y auténtico. Como muchos de los discos recopilados en este listado, YESSIE se compuso y se grabó durante la pandemia. El disco abre con “Mood”, canción que retoma la famosa canción de Los Diablitos, “Los caminos de la vida”, cuyo verso “los caminos de la vida no son como yo pensaba, no son como yo creía”, puede ejemplificar a la perfección tanto una decepción amorosa como también la sensación apocalíptica que obligó a todo el mundo a confinarse en sus casas y ver sus mundos colapsados. El álbum consta de 11 pistas de hip hop y R&B contemporáneo, con una única colaboración de 6lack en la canción “Forever”. Lo más impresionante de este material es su honestidad y ferocidad. La manera en cómo Reyez interpreta y asume su propia lírica y el proceso de sufrir por alguien hasta la aceptación del autocuidado y la superación. “Adiós amor”, el lamento con el que cierra el disco es el mejor ejemplo. Reyez nos dice:

Y aunque el pasado me esté llamando
Mi teléfono está apagao’
Y aunque me duela no estoy llorando
Porque yo ya di demasiao’
Como el olor después de la lluvia
Como el dolor después del amor
Como al sol se le va la luna
Así me despido yo

  1. Naqi vol.2 -Mansur Brown
    Mansur Brown es un artista, productor y multiinstrumentista de Brixton, Londres. Lo primero que destaca de su propuesta es el impresionante dominio de la guitarra que posee. De hecho se le ha comparado en ocasiones con Prince. Después, la amplitud de géneros que puede interpretar que sin duda le ha valido colaboraciones con artistas como Yussef Dayes y sesiones con Little Simz, Alfa-Mist y Kamaal Williams. Las influencias de Mansur también son igualmente amplias. Su repertorio musical personal incluye a Flying Lotus, Machinedrum y Travis Scott, así como al compositor cinematográfico Hans Zimmer y la banda de metal Deftones. Naqi vol.2 es la segunda parte, de una serie de paisajes de guitarra digitalizada, de hecho, su contraparte en cuanto atmósfera. Se trata de música ambiental y jazz experimental con arreglos minimalistas. Es una propuesta fina y bien interpretada, con una reinvención jazzística que caracteriza a la nueva generación británica, entre las que se incluye el propio Brown, la saxofonista Nubya Garcia, Moses Boyd y Emma-Jean Thackray.
  2. The Gods We Can Touch – Aurora
    El 21 de enero de 2022 se liberó en plataformas musicales el nuevo disco, el tercero de estudio, de la cantante noruega Aurora. The Gods We Can Touch llega al mundo tres años después de su álbum anterior, un EP que se estrenó en dos partes durante 2019: Infections of a Different Kind (Step 1) y A Different Kind of Human (Step 2). El disco está producido por Magnus Åserud Skylstad, productor y baterista paisano de Aurora que la ha acompañado en sus giras y presentaciones en vivo y con el que ha definido un sonido electro pop etéreo que la caracteriza y que la aleja de la inocente oscuridad de su álbum debut, All My Demons Greeting Me as a Friend publicado en 2016 y cuyo lanzamiento lo colocó en el número uno de las ventas en Noruega. The Gods We Can Touch es un disco que aborda temas como el deseo, la culpa, la doble moral, las fallas o debilidades humanas, el amor y la relación de la oscuridad con la luz, todo a través del prisma de la mitología griega y algunas referencias y guiños a otras religiones occidentales. Musicalmente es un trabajo dominado por sonidos como el electropop y el folk pop. Es un disco mucho más alegre y bailable que sus antecesores e incorpora numerosos paisajes sonoros, texturas electrónicas, orquestaciones e incluso algunas reminiscencias a la música latina y el synth-pop.
  3. And I Have Been – Benjamine Clementine
    En una entrevista para el New York Times, David Byrne relató su primer encuentro con el cantante y poeta inglés, con ascendencia ghanesa Benjamine Clementine: “Parece que el autodidactismo de Benjamin Clementine fue su propia forma de preguntarse cómo evolucionar en un mundo que no tiene sentido. El poder de sus canciones y textos lo acerca mucho a la obra de grandes artistas franceses como Léo Ferré, Édith Piaf y Henri Salvador. Su tenor apasionado resuena como si viniera de otro mundo, pero son las preguntas y la personalidad del cantante las que hacen que su talento sea tan único”. Para explicar su presencia y sonido es necesario citar la influencia de autores como T. S. Eliot y Sylvia Plath, la música de Erik Satie y la potente voz de Nina Simone. Todas las canciones de And I Have Been fueron compuestas, interpretadas, producidas y mezcladas por el propio artista, logrando una elegante combinación de elementos orquestales y electrónicos, que se entrecruzan e intercalan con la solitaria presencia del piano y su inconfundible manera de cantar (definida por su cadencia, su rango y su respiración) y de componer y evocar el dolor y la belleza.

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