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Sellos de advertencia en alimentos ultra procesados: una iniciativa para la salud de los mexicanos

Simón Barquera*

A lo largo de las últimas décadas, en México se ha experimentado un incremento alarmante de padecimientos asociados con la alimentación, entre los que destacan la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la cirrosis hepática. En años recientes se ha identificado, como uno de los determinantes más importantes de esta epidemia, el elevado consumo de productos comestibles ultraprocesados, conocidos como “comida chatarra”. 

México ocupa el primer lugar en Latinoamérica como consumidor de dichos productos y el cuarto lugar en el ámbito mundial, lo que representa un problema importante para la salud de la población. En nuestro país, el consumo excesivo de los productos ultraprocesados se ha debido, entre otras causas, a un incremento importante en su disponibilidad y a estrategias de publicidad agresivas enfocadas principalmente en los niños. Por otra parte, las compañías multinacionales que venden tales productos también encontraron un ambiente propicio para desarrollar su negocio en México, donde la falta de regulación e información sobre los riesgos a la salud derivados del consumo de comida chatarra les permitió crecer de forma importante, pero con graves consecuencias. 

Durante años, en las envolturas de los productos ultraprocesados se empleó un sistema de etiquetado conocido como GDA, diseñado por la industria y que resultó incomprensible para la población. Como respuesta, en 2020 el sector salud, con elapoyo de un grupo de expertos nacionales y de organizaciones de la sociedad civil,logró implantar un etiquetado frontal de advertencia en dichas envolturas, compuesto por una serie de octágonos en blanco y negro que advierten sobre niveles excesivos de ingredientes nocivos para la salud (azúcar, grasas saturadas, grasas trans y sodio) y sobre el exceso de calorías. Además, en su caso, se añaden dos leyendas precautorias que alertan sobre el contenido de edulcorantes no calóricos y cafeína, los cuales no son recomendables para los niños. También se estableció que no se podría hacer publicidad de los productos con estos sellos utilizando personajes. Esto permite a la población tomar decisiones más saludables cuando hace sus compras de alimentos y bebidas. 

Por lo anterior, el etiquetado frontal de advertencia es una herramienta clave para prevenir la obesidad y las enfermedades crónicas en México; así, se emplea en todos los productos empacados que exceden la cantidad máxima tolerable ―indicada por la Organización Mundial de la Salud― de ingredientes críticos. Dicho etiquetado contribuye a garantizar derechos humanos como el acceso a la información y a la salud, al igual que los derechos de la infancia, al proteger a los menores de la mercadotecnia agresiva dirigida hacia ellos, la cual hace uso de personajes populares asociados a productos nocivos para la salud. 

El etiquetado frontal de advertencia se ha posicionado como una de las políticas de salud más reconocidas en el mundo, dirigidas a la prevención de enfermedades crónicas. Su impacto ha sido evaluado en Chile, con resultados alentadores que podrán contribuir, junto con otras acciones, a mejorar el ambiente alimentario. En México, a un año de su implementación, los sellos de advertencia han mostrado un importante alcance como herramienta útil en la selección de alimentos y como medio para promover la reformulación de los productos de modo que mejoren su perfil. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2021, este sistema de etiquetado es ampliamente utilizado por la población, y ésta lo percibe como una buena opción para la toma de decisiones. Tomando como referencia el etiquetado de advertencia en los refrescos, a partir de dicha encuesta se encontró también que 87.5% de la población menciona que al menos un ingrediente de los refrescos puede ocasionar daños a la salud. En relación con el consumo de productos que presentansellos de advertencia, 79.2% de la población señaló que no se los daría a menores de edad. Desafortunadamente, una vez más, las empresas que fabrican estos productos buscan socavar las iniciativas que se han emprendido en el país para proteger la salud pública, a través de una serie de amparos que se encuentran en proceso dentro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Al respecto, grupos académicos y organizaciones nacionales e internacionales de salud han expresado su objeción señalando que la modificación o derogación del etiquetado actual representaría un importante retroceso en los esfuerzos nacionales para mejorar la salud, así como en el acceso de los consumidores a información comprensible que les permita llevar a cabo una mejor toma de decisiones. 

Con la implementación del etiquetado frontal de advertencia, México dio un enorme paso en favor del acceso a la información y del derecho a la salud. Proteger esta iniciativa es cuidar la salud y la nutrición de todos los mexicanos. 

*Especialista en salud pública; invitado por el Dr. Eduardo Lazcano Ponce

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