Este gran festival, creciente, inclusivo, diverso, con fuerte vocación de hacerse tradicional en Morelos, es sin duda un gran logro de la sociedad civil, fruto de sus iniciativas y formas de organización, que se va consolidando y va dejando honda huella en las artes escénicas de Morelos y de la región.
Sus coorganizadoras, las maestras Luisa Leyba y Delia Siqueiros, de larga trayectoria profesional como maestras de danza, han demostrado a lo largo de ya varios años, sus capacidades de convocatoria, organizativas y directivas, de un Festival que crece en complejidad, alcance, y cantidad de participantes, incluyendo a niñas y niños, jóvenes y adultos, practicantes de importantes géneros dancísticos que se practican en esta entidad. Ellas son especialmente generosas, nos regalan su trabajo, al atraer a agrupaciones y compañías de primer nivel, este año a jóvenes que están estudiando a nivel profesional la danza, a presentaciones algunas gratuitas y otras a costo de producción, sin ganancia, para sufragar los enormes gastos implicados en movilizar a cientos de bailarinas y bailarines, incluso de otros estados.
Organizar el festival les lleva meses, producirlo les implica generar alianzas con empresas e instituciones gubernamentales de manera que cuenten con espacios adecuados para las presentaciones, comidas y alojamientos para quienes se trasladan a ellas, equipamiento especializado para las funciones, y seguridad para sus participantes, muchos de ellos menores de edad. Todo lo ven, todo lo consideran y programan, bajo un principio sumamente noble: que infantes, adolescentes y jóvenes hagan artes, se realicen, crezcan sanamente. Si llegan luego a figurar local, nacional o internacionalmente, ellas quedarán felices, si no, saben que están aportando a la felicidad y mejor desarrollo de su alumnado y beneficiarios de los festivales.
Al festival atraen también a diseñadores gráficos, a promotores culturales, a aficionados y profesionales a las diversas artes, para acompañar en sus producciones con carteles y programas, exposiciones, conferencias y talleres alusivos, que en conjunto con las presentaciones, hacen de la danza, una gran fiesta, sí, un gran Festival en que Morelos Danza. En años recientes ya han logrado hacer presentaciones en municipios aparte de Cuernavaca, con resultados exitosos, esperemos que los ediles de otros municipios tengan la sensibilidad necesaria para aprovechar esta gran oportunidad de colaborar en su organización y producción.
En esta semana, su equipo acaba de publicar la Convocatoria para que danzarines y compañías de danza postulen por un espacio en su programación anual, a realizar en el mes de mayo. ¿Qué mejor oportunidad para proyectarse en Morelos por parte de quienes viven, se apasionan y nos alegran la vida danzando? Podemos colaborar con su noble causa de varias maneras: reenviando la convocatoria, asistiendo a sus funciones e invitando a nuestras amistades y familiares para asistir juntos, y quizás, invitando a algunos bailarines o bailarinas, a comer, a departir con ellos, por el solo gusto de verlos por los aires, volando o zapateando.
Podemos y queremos coadyuvar con otros de sus objetivos: que en comunidades con poco o nulo acceso a las artes escénicas, tengan la oportunidad de presenciarlas, y que infantes y jóvenes se estimulen viendo y acompañando a sus pares en las funciones, para que se animen a ser parte, a realizarse en la danza. ¡Dancemos con ellas!
