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¿Cuál es la razón por la cual otorgamos importancia a la innovación desde la economía social y solidaria a nivel local?

Este interrogante convoca a personas, grupos y entidades de la ESS arraigadas en sus comunidades, donde desempeñan un papel esencial en el desarrollo económico territorial y la gobernanza local.

En varias ocasiones hemos hablado en esta columna del modo en que, desde varias iniciativas llevadas a cabo por entidades de la ESS, se favorece tanto la creación de oportunidades de empleo decente, centrado sobre todo en las personas a nivel próximo, como el cuidado del medio ambiente y la promoción de prácticas sustentables e innovadoras.

Si pensamos que las organizaciones enraizadas en el territorio nacen como respuestas a las necesidades u oportunidades de las comunidades, podemos suponer que el potencial de innovación supera a las propuestas emanadas, por ejemplo, de la economía mercantil. De hecho, la crisis de Covid 19 ha revelado lo vulnerables que fueron las cadenas de suministros mundiales del actual modelo de globalización, muy fragmentadas y lejanas. Esa crisis evidenció la fragilidad del sistema y la urgencia que se presentaba para reestructurar las economías y sus sectores de actividad.

La organización comunitaria dio muestras en el ámbito local de encontrar algunas respuestas innovadoras, sobre todo en el ámbito de la producción y redistribución de productos vinculados con los alimentos y la puesta en marcha de mecanismos que pudiesen acercar los productores a los consumidores, por ejemplo. Seguramente no fue suficiente, por eso continuamos, desde redes activas territoriales como el NODESS Morelos Solidario y Cooperativo, potenciando, apoyando y visibilizando estas buenas prácticas en materia de ESS y sobre todo promoviendo el aprendizaje y los intercambios entre academia, sociedad civil y gobierno.

Pero es pertinente preguntarse cuáles son los factores que influyen para que estas actividades no puedan ser más innovadoras y alcanzar mayor impacto territorial.

Si bien hay una clara necesidad de centrarse en respuestas inmediatas en varios aspectos que van desde la salud, trabajar para reducir la pobreza y la desigualdad, y poder contar con un medio ambiente más sano, hasta sistemas alimentarios locales más sostenibles aún, se detectan muchos factores que obstaculizan la posibilidad de innovar y obtener rápidos resultados.

Me propongo, por cuestiones de espacio, ir en mis próximas columnas planteando estos factores y las propuestas para superar los escollos desde una visión transformadora del espacio, como se sugiere en los objetivos de la creación de estos ecosistemas territoriales de la economía social y solidaria. La complejidad de motivos que suscita este trabajo requiere un enorme esfuerzo y recursos, exige una cooperación entre lo público, lo privado y lo social a diferentes niveles. Sin embargo, se trata de algo necesario y urgente por su importante papel debido a sus características y a las funciones que pueden desempeñar los actores desde la ESS, que son de utilidad pública.

*Integrante del NODESS Morelos Solidario y Cooperativo.

c.girardo@hotmail.com