LAS MUJERES, NIÑAS Y ADOLESCENTES

 

El próximo 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, fecha que marca el inicio de 16 días de activismo contra la violencia de género y que concluyen el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. Es, por tanto, una fecha para reflexionar sobre la importancia de intensificar acciones para generar conciencia y prevenir la violencia contra ellas a partir de la escucha activa de las problemáticas de mujeres, niñas y adolescentes; para visibilizar sus derechos; para insistir en la necesaria transversalización de la perspectiva de género, la no discriminación, la igualdad de género, el trato digno, la generación de entornos de no violencia y el empoderamiento de mujeres, niñas y adolescentes.

La violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes constituye una violación grave a sus derechos humanos y una de las más recurrentes en el mundo. La Organización de la Naciones Unidas ha señalado que, a nivel global, aproximadamente 736 millones de mujeres son víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida, siendo alarmante y decepcionante la escasa inversión de recursos económicos para su prevención y erradicación, puesto que solo un 5% de la ayuda gubernamental mundial va destinada a la violencia de género y se invierte menos del 0,2% en su prevención. Por tal razón, este año la Campaña ¡ÚNETE! Invierte para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas busca movilizar a la sociedad en general para que sus miembros se conviertan en activistas, sean empáticos con quienes asumen la defensa de los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes y apoyen los movimientos feministas buscando un mundo libre de violencia de género.

Con ese objetivo, se realizan diversos ejercicios de debate académico, culturales, artísticos, encuentros, eventos de promoción y difusión de los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes, a fin de insistir en la importancia de fortalecer una cultura de igualdad género basada en el respeto a sus derechos fundamentales.

Para replantear la forma más adecuada de vigorizar la cultura de igualdad de género, es indispensable incorporar el enfoque de derechos humanos y la perspectiva de género a toda estrategia, medida, programa, plan y política pública sobre la materia, a efecto de asegurar un análisis centrado en las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres que desafortunadamente prevalecen en nuestra sociedad, y las obligaciones constitucionales, convencionales y legales que deben cumplir las autoridades de gobierno y del Estado para su protección y cumplimiento.

Solamente a través del trabajo conjunto de los sectores público, social y privado, basado en el respeto a la dignidad humana, en la educación en y para los derechos humanos, podremos lograr una sociedad mayormente incluyente, tolerante, que elimine estereotipos, y que privilegie la esencia de las personas por encima de cualquier tipo de prejuicio, y en donde se garantice el libre desarrollo de la personalidad.

En el caso particular de México, sigue siendo un país de enormes retos; cada día enfrentamos situaciones que obligan a implementar nuevos y mejores mecanismos para garantizar los derechos humanos, erradicar la violencia contra la mujer, fortalecer el Estado de Derecho, la democracia y la pluralidad, así como generar una cultura de paz y respeto a la legalidad. En este sentido, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, en el país el 70.1 % de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida, siendo la violencia psicológica la de mayor prevalencia (51.6%), seguida de la violencia sexual (49.7%). En el ámbito comunitario es donde acontece la mayor violencia (45.6%), seguido de la relación de pareja (39.9 %), sin embargo, los niveles de búsqueda de apoyo institucional o denuncia fueron bajos habiéndose esgrimido, entre otras razones, las siguientes: se trató de algo sin importancia que no le afectó, no sabía cómo y dónde denunciar y el miedo a las represalias o a las amenazas.

Lo anterior da cuenta de las grandes asignaturas pendientes en materia de protección y defensa de los derechos humanos y hacen indispensable una decidida voluntad política y un compromiso social ineludible para sumar esfuerzos, invertir en la prevención y erradicación de la violencia de género y trabajar con una visión reforzada en la que el respeto a la dignidad de las personas sea la máxima prioridad.

En el marco del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer una vez más expresamos nuestra desaprobación e indignación hacia los estereotipos, prejuicios y creencias que justifican o toleran la vulneración de la dignidad, integridad y derechos de las mujeres, niñas y adolescentes, y hacemos un enérgico llamado a denunciar ante las autoridades competentes, cualquier acto de discriminación y violencia contra ellas. No existe justificación alguna para la violencia de genero.

En la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes, no hay cabida para la indolencia y la impunidad. Todas las personas debemos visibilizarla, denunciarla y sancionarla, para que vivir libres de violencia bajo una cultura de igualdad de género sea para las mujeres de todas las edades, un derecho y no una aspiración.

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*Profesor universitario y especialista en derechos humanos