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Resulta preocupante lo que dice el presidente de la delegación Morelos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Víctor Manuel Mendoza Moreno, en el sentido de que sus afiliados y en general todos los empresarios han dejado de denunciar los intentos de extorsión.

Lo anterior se refleja en que los casos de cobro de piso parezcan disminuir -en 2021 hubo 151 reportes, mientras que en el 2022, 147- lo que pareciera indicar que ese delito comienza a ser controlado cuando, en realidad, es síntoma de todo lo contrario.

Desde luego, Mendoza Moreno, tiene información de primera mano gracias a sus agremiados: los afectados por la extorsión del crimen organizado prefieren no denunciar porque simplemente no sirve para nada.

El presidente de Coparmex señaló que esto ha contribuido al estancamiento de la inversión en la entidad y que las nuevas empresas prefieren invertir en otros lugares fuera de Morelos en donde gozan de mayores garantías en materia de seguridad. Y no es para menos, según esta organización, solo en el primer cuatrimestre de 2022, el 45.1 por ciento de susafiliados en nuestro estado fue víctima del cobro de piso orobo de mercancía, de ahí que la cifra de 147 denuncias el año pasado no parezca muy creíble.

Por su lado, Eduardo Medina, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) también se queja de la falta de seguridad y el incremento de robos a sus afiliados, sobre todo al norte del estado.

El presidente de Canacintra aseguró que las empresas de paquetería han sido las más perjudicadas, así como los casos de robo de vehículos, que incluso han quedado registrados en cámaras de seguridad, principalmente en el municipio de Huitzilac. Ya están recomendándole a sus agremiados que eviten transitar por la zona para evitar ser víctimas de algún delito.

Sin la ayuda del empresariado, de los comerciantes y de todos los que trabajan para ellos es difícil pensar en una economía sana. Este panorama, desde luego, también disuade a los inversionistas extranjeros de confiar en la seguridad pública para hacer negocios en nuestro estado, no debe ser muy promisorio el escenario cuando se ve que los propios los inversionistas locales están huyendo de Morelos.

Esta situación explica en la vida real las estimaciones del Instituto para la Economía y la Paz (IEP) cuyo Índice de Paz México 2023 comentamos aquí ayer y del cual hoy presentamos un resumen más adelante, y que es nuestra nota principal.

Es por eso por lo que se calcula que la violencia y la inseguridad le roban al estado una cantidad de recursos equivalente al 44 por ciento de su Producto Interno Bruto. Ni con manzanas tendríamos una explicación más clara.

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