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Emmanuel López Pérez y Gabriela Mendizábal Bermúdez*

El trabajo doméstico es un tema relevante y complejo, cuya problemática afecta a millones de personas en todo el mundo. Se refiere al conjunto de tareas y responsabilidades que se llevan a cabo en el hogar, como cocinar alimentos, la limpieza, el cuidado de niños, adultos mayores, etc., el mantenimiento y otras labores necesarias para el funcionamiento de una casa. Desafortunadamente es un trabajo realizado principalmente por mujeres (90% INEGI 2023), migrantes o personas en situaciones de vulnerabilidad, lo que contribuye a su invisibilización y a la perpetuación de desigualdades de género y sociales, por la falta de reconocimiento de sus derechos laborales y de seguridad social.

Actualmente la importancia que tiene está actividad laboral ha generado grandes cambios en la legislación mexicana para dar una protección jurídica a las personas que desempeñan actividades domésticas.

La visibilizarían de ese trabajo se vuelve evidente en México por dos hechos: El primero es la película de “Roma” dirigida por el cineasta Alfonso Cuarón en el 2018, que ha sido elogiada por su capacidad para visibilizar y honrar el trabajo doméstico, a través de la historia de Cleo, una empleada doméstica que trabaja en la Ciudad de México durante la década de 1970. La película nos muestra la importancia de reconocer y valorar el trabajo realizado en el hogar. El segundo hecho es la sentencia histórica 9/2018 emitida por la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que se plasmó el reconocimiento y otorgamiento de los derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar.

En ese contexto, en junio de 2019 se reformaron diversos apartados de la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social con la intención de generar la normativa para la incorporación de estas personas trabajadoras al seguro social, así como garantizarles prestaciones laborales.

Uno de los avances importantes de esta reforma fue establecer la obligación patronal a incorporar a las y los trabajadores domésticos al régimen obligatorio del seguro social, ya que con anterioridad se encontraban en el régimen voluntario, lo que equivalía a dejar a discreción del empleador el darles seguridad social y por lo mismo muy difícilmente carecían de cobertura.

Posteriormente, el 16 de noviembre de 2022, una reforma a la Ley del Seguro Social incorpora un nuevo capítulo destinado a los trabajadores del hogar. En este apartado se especifican las particularidades y directrices para su integración al sistema de seguridad social, definiendo el concepto de trabajador del hogar, tratando posibles modalidades, y estableciendo las responsabilidades de los empleadores en temas como seguridad social, incapacidades médicas y pagos de cuotas al IMSS.

Estos grandes cambios son significativos tomando en consideración que con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del primer trimestre de 2023 realizada por el INEGI, 2.5 millones de personas se encontraban ocupadas en trabajo doméstico en el país, de las cuales el 89.52% eran mujeres frente al 10.48% de hombres.

Para el mismo periodo en el estado de Morelos, había 69,883 personas trabajadoras domésticas siendo 56,043 mujeres (80.19%) y 13,840 hombres (19.81%). Con relación a los ingresos de las personas trabajadoras domésticas en Morelos refiere que 43,659 ganó un salario mínimo (62.47%); 10,561 de uno hasta dos salarios mínimos (15.11%); 350 de dos a tres salarios mínimos (0.51%); 150 no recibieron ingresos (0.22%) y; 15,163 no especificaron cuanto percibían (21.69%).

Solo 2,252 personas trabajadoras domésticas en Morelos tenían acceso a servicios de salud, dejando a las 67,631 restantes desprotegidas. Estos datos resaltan la relevancia de las recientes modificaciones normativas, ya que las personas trabajadoras domésticas, en su mayoría percibiendo bajos ingresos y careciendo de prestaciones laborales, atención a la salud y seguridad social, constituyen un grupo vulnerable. A pesar de la creación de leyes protectoras, la falta de conocimiento y aplicación adecuada por parte de empleadores y trabajadores domésticos perpetúa situaciones de explotación, con bajos salarios, exceso de horas y condiciones laborales injustas, generando vulnerabilidad para este sector.

Para abordar esta problemática, se requiere de un lado promover la conciencia sobre los derechos de las personas trabajadoras domésticas y reconocer su valor e importancia en la sociedad; y del otro lado se debe fortalecer la aplicación y supervisión de las leyes laborales mediante la inspección en el trabajo, fomentar la sindicalización y difundir los mecanismos para recibir y resolver las demandas y garantizar sanciones para aquellos empleadores que violen las normas.

*Profesor y profesora-investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos