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Miguel A. Izquierdo S.

La Jornada Morelos tiene el compromiso con la ciudadanía, de colaborar en la atención de sus derechos culturales, y entre ellos, destaca el acceso a la información sobre actividades y eventos artístico-cultuales que se desarrollan en la entidad. En otro artículo trataremos otro compromiso que La Jornada Morelos está cumpliendo: realizar análisis culturales y exponerlos a su público para generar opinión y participar así informadamente, en la vida cultural de Morelos.

Existen en cada uno de los medios de información que operan en este Estado (sean sostenidas por ciudadanos, por empresas particulares o por organismos oficiales), variadas carteleras informativas de carácter cultural y artístico, cuyas características quiero ubicar para conocimiento y uso de nuestros lectores.

En general su función principal es presentar al público, sea en la prensa, en radio, en TV o bien en redes sociales y en páginas de internet, información que oriente a la ciudadanía para asistir a las actividades propuestas, o bien para tener noticia de eventos futuros o pasados. En algunos casos, esos medios dan oportunidad para que sus lectores o usuarios, participen en ellos, sea analizando, informando, o debatiendo los asuntos planteados en sus carteleras.

Esta vez, desde la perspectiva de la experiencia de sus usuarios, les propongo usar estos criterios para diferenciar las carteleras: accesibilidad, inclusión, practicidad al localizar información, actualidad de la información, participación ciudadana en el debate, prioridad dada a funcionarios. Arranco comentando sobre algunas de las existentes, que destacan especialmente respecto a los criterios enunciados.

El ojo de la mosca, programa radiofónico (y en facebook) del Instituto Morelense de radio y TV, considero es el más accesible: sin pagar servicios de internet, ni comprar un periódico, o sin contar con TV, el público en general que tiene un radio puede acceder a ese programa que se transmite de lunes a viernes, en amplio horario y por varias estaciones. De manera similar, varios programas de Radio UAEM, difunden valiosa información cultural diariamente, entre ellos ECOS.

Respecto a la inclusión, me referiré a qué tanto incluyen las carteleras, fuentes tanto ciudadanas como públicas que generan información cultural. El grupo en facebook denominado Artes por todas partes de Morelos destaca especialmente en ese sentido, al incluir información provista por promotores culturales ciudadanos de casi todos los municipios, de artistas individuales y de agrupaciones artísticas, además de compartir información de agencias oficiales culturales. Lo hace sin límites temporales (no elimina publicaciones autorizadas) ni espaciales (publica actividades de morelenses en el exterior). Por otra parte, la cartelera cultural en internet ( y en fb) de la Secretaría de Turismo y Cultura (STC) sólo publica eventos oficiales, dejando fuera a la enorme mayoría de eventos culturales producidos en la entidad, no financiados oficialmente.

Sobre la practicidad de localizar la información, la fugacidad de la radio y de la TV (sin podcasts) deja fuera a varias carteleras existentes en ese medio, y aquí cabe dar una muy buena noticia sobre una nueva cartelera ciudadana, lanzada en Morelos por José Luis Alarcón y Gaby Miranda en estos días: Sentidos Abiertos MX, en versiones web y facebook, cuyos contenidos están organizados temáticamente, y varios días a la semana, publica los eventos del día, para facilidad de sus lectores.

Sobre la actualidad de la información, las carteleras en redes sociales, con participación ciudadana, se actualizan minuto a minuto, permanentemente, todo el año, esa es una gran ventaja, aunque pueda no ser muy práctico localizar un evento si no cuenta con alguna etiqueta. En cuanto a la participación ciudadana en el debate cultural, nuevamente las carteleras en las redes sociales van por delante, particularmente las ciudadanas. Por último, en cuanto a la prioridad dada a funcionarios en una cartelera cultural (para lo que se supone no están hechas), las ganan de todas las correspondientes de la STC estatal, parecieran más importar ellos que la actividad cultural.