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Sé lo que tú quieras ser, opacado por la creciente ola de crímenes de odio

En México, el 5.1 % de la población se autoidentificaron con una orientación sexual y de género LGBTQ+, datos obtenidos de la más reciente Encuesta Nacional sobre la Diversidad Sexual y de Género del INEGI 2021; de los cuales, 10.6 % se identificó como lesbiana; 26.5 % como gay u homosexual, 51.7 % como bisexual, 11.2 % otra orientación sexual y un 0.9% se identificó con algún genero (Identidad de Género).

Una vez que conocemos un poco de la dimensión que representa en números la población LGBTQ+ en nuestro país, y de manera muy particular nuestro Estado en el cual el 7.2% de nuestra población se identifica como parte de la comunidad LGBTQ+ es decir poco más de 100 mil personas; con estos datos es importante mencionar que la protección y procuración de justicia para el sector de la diversidad sexual, debe ser tratado con responsabilidad y protocolos debidamente sensibilizados y socializados, ya que a diario el número de personas violentadas está en aumento y así como ocurre con la población en general donde quedan impunes, se les da carpetazo o simplemente quedan ahí como un simple reporte o peor aún como una estadística más, como cereza del pastel si así se le puede llamar es la indiferencia y nulo conocimiento de cómo responder, tratar, y/o tipificar la solicitud de atención para su pronta solución de las autoridades, así como existe un protocolo debidamente reconocido para la atender la violencia de las mujeres, es necesario y urgente realizar uno para la población LGBTQ+. Si bien en nuestro estado por parte de la Comisión Estatal de Seguridad Publica existe un protocolo deficiente aun, y el cual solo funciona para detenciones y demás acciones que realiza la Comisión en general y la cual también se tiene que reforzar para no transgredir físicamente a la población LGBTQ+ y que después repercuta en una violación de Derechos Humanos.

Ahora bien, por el lado más alarmante y que urge tener una procuración de justicia esto ante el alto crecimiento de crímenes de odio y que el últimos años ha afectado más a mujeres y hombres transexuales al ser personas más susceptibles y no precisamente por tema de fuerza física, más bien por que en muchos casos legalmente tienen una identidad y físicamente otra, lo cual vuelve más engorroso y difícil clasificar el tipo de crimen, y es ahí donde inicia un verdadero calvario para sus familiares, lo cual culmina en dar carpetazo dejando impunes a los culpables y dejando a buena de Dios a los afectados, volviéndolos vulnerables ante posibles represalias; hacer un llamado eufórico al poder Legislativo Federal y Locales para reformar los procedimientos de las Fiscalías; es sin duda el paso correcto para emprender un debido proceso para la protección de las personas LGBTQ+, todas y todos merecemos tener justicia adecuada a nuestras necesidades y poder caminar por las calles sin miedo, ser lo que queramos ser, sin temor a quedar como una estadística más. Las nuevas generaciones de personas del sector hoy en día tienen miedo a salir a divertirse, a ser parte de una sociedad de convivencia donde la persona menos pensada pueda dañarte, seguramente es esto lo que también abona a que muchas y muchos usen como escudo de protección ocultar sus preferencias de orientación sexual y de género, oprimiendo en gran porcentaje de ellos, sus emociones al no poder salir del mal llamado “salir del closet”, y me refiero mal llamado porque también un porcentaje de ellos vive de manera normal su día a día.

Una sociedad informada, socializada y sin manipulación de odio hace que tengamos una mejor convivencia entre todos, hace que nuestras autoridades sean más humanas.

Mientras esperamos a que la procuración de justicia sea la más adecuada posible para toda la sociedad, nos toca cuidarnos entre todas y todos, sean o no de este sector históricamente vulnerado.

Querido lector nos leemos en el próximo artículo.

 

*PROMOTOR DE LA PARTICIPACION SOCIAL EN LAS NUEVAS GENERACIONES*