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Moda Mortal: El veneno de la elegancia 

 

Se acerca la época del año en la que buscamos darle sentido a la vida celebrando a la muerte, y es que hablar de este tema siempre ha resultado crudo y difícil de abordar, pero a pesar de ello, es un tema recurrente en la ciencia, en la filosofía, en la religión y en el arte. Sin olvidar mencionar que la muerte se convierte en punto de estudio cuando implica hablar de negligencias que provocan lamentables decesos. 

Y te podrás preguntar, ¿qué tiene que ver la muerte con la industria de la moda? Bueno, déjame explicarte. En la búsqueda de la belleza y el estilo, los seres humanos hemos pecado de soberbia y frivolidad, incurriendo en prácticas que, en retrospectiva, parecen torturas sacadas directamente de una película de terror. Así que, remontémonos al siglo XVIII en Europa, específicamente en Versalles, Francia. Donde la monarquía de Luis XVI y María Antonieta está en el punto de mayor esplendor y popularidad. La moda y estilo dentro de la aristocracia de Versalles era tema de conversación en todo el mundo, esto implicaba que las personas estuvieran dispuesta a pagar cualquier precio para pertenecer a esta élite, y ese precio implicaba la muerte. El color en la ropa siempre fue símbolo de distinción, entre más llamativo y vibrante fuera, mayor posición social indicaba, es por eso por lo que el rojo y el verde eran colores sumamente codiciados en la Corte Francesa. Pero la historia de terror radica en cómo se fabricaban estos colores, pues los aristócratas ignoraban que para conseguir el color verde esmeralda se usaba arsénico y para el rojo vibrante se utilizaba mercurio, ambos metales sumamente tóxicos. Hasta la fecha no se tiene un registro exacto de cuántas muertes provocó esta moda, lo que se conoce es que portar estas prendas provocaba envenenamiento en la sangre, además de ser altamente inflamables, lo que no solo implicaba un riesgo para quienes las portaban, sino también para quienes las fabricaban. 

Ahora daremos un salto de siglo y de país. Nos remontamos a la Corte Inglesa en el siglo XIX, la moda de la época son los sombreros, entre más grandes y llamativos fuesen más estatus social representaba. Y sí, esta también era una trampa mortal y nuevamente el protagonista del terror es el mercurio. Pues para ablandar y darle brillo a las pieles de liebre y conejo con las que estaban hechas los sombreros, se sumergían en este metal. Los sombrereros eran quienes sufrían las consecuencias, si alguna vez han visto la película de Alicia en el país de las maravillas, el personaje de “El sombrerero loco”, es una clara representación de las consecuencias de este oficio, pues uno de los primeros síntomas que provocaba la exposición a este metal tan tóxico, antes de la muerte, eran problemas neuromotrices, como temblores. Luego estaban los problemas psicológicos, la paranoia se volvió una característica peculiar de este oficio, relatos cuentan que cuando los médicos visitaban a sombrereros para documentar sus síntomas, pensaban que les estaban observando y arrojaban sus herramientas, se enfadaban y sufrían arrebatos. Muchos sombrereros desarrollaban problemas cardiorrespiratorios, se les caían los dientes o fallecían a edades tempranas.

Aunque estos efectos estaban documentados, muchos los veían como peligros que venían con el trabajo y que tenían que aceptar. Además, el mercurio solo afectaba a los sombrereros, no a los que llevaban los sombreros, protegidos por el forro de éstos. 

A lo largo de los siglos, la moda ha sido una industria que a menudo ha llegado a límites extremos, sin preocuparse por los peligros que acechan cada tendencia. La historia de la moda es una crónica de la evolución de la estética, pero también un recordatorio de la importancia de la seguridad y la salud. A lo largo de los siglos, la moda ha cobrado un precio mortal en busca de la belleza y la elegancia. Esto plantea preguntas interesantes sobre la moda actual. Aunque los vestidos con arsénico pueden parecer reliquias extrañas de una época más cruel, la “moda asesina” todavía está muy de moda.

En 2009, Turquía prohibió el arenado, un método que consistía en echar arena a alta presión para darle a la tela vaquera un aspecto más gastado, porque los trabajadores estaban desarrollando silicosis por respirar la arena. Sin embargo, cuando un método de producción se prohíbe en un país (y cuando la demanda de vestimenta sigue siendo alta) la producción suele desplazarse a otro lugar y continúa pese a la prohibición.

La historia de la moda a lo largo de los siglos revela un sombrío capítulo marcado por la toxicidad de los metales como el arsénico y el mercurio en la elaboración de prendas. En busca de la belleza y el estatus social, la humanidad se embarcó en prácticas mortales que, en retrospectiva, parecen sacadas de una pesadilla, desde los venenosos colores con arsénico en la Corte de Versalles hasta la peligrosa exposición al mercurio de los sombrereros en la Inglaterra del siglo XIX, la moda ha cobrado un precio elevado en nombre de la estética, tanto así que podemos tomar la frase: “El último grito de la moda” de manera literal. Nos leemos en la próxima entrega. ¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches y hasta la próxima!

Pietro Longhi: Dama en su toilette (detalle), 1740-1760. Imagen: Gallerie Accademia Venezia.