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Raúl Silva de la Mora*

En la médula de cada alma hay una ciudad, la ciudad, comarca de nuestros orígenes o refugio de nuestros exilios. Una ciudad que puede ser un pueblo, un rancho, una metrópoli, una villa, ese sitio al que regresamos siempre o nunca, territorio de venturas y desventuras, sitio que no elegimos para nacer, sino que llegó a nosotros como una condena o un don. Somos esa ciudad que nos habita.

En El baile y el incendio, Natalia, Erre y Conejo, cuya amistad se gestó en la adolescencia, convocan a su pasado y a su presente en una ciudad sitiada por el fuego. Cuernavaca es esa tierra, la verdadera protagonista de esta novela de Daniel Saldaña París, finalista del Premio Herralde y publicada por la editorial española Anagrama, en marzo del 2022.

El cerro del Tepeite, Santa María Ahuacatitlan, el Centro Morelense de las Artes, el Jardín Borda, el parque Revolución, el Cine Morelos, Huitzilac, la Plazuela del Zacate, la Plaza de Armas, el Palacio de Cortés, el Jardín Juárez, Santa María Ahuacatitlan, los Patios de la Estación, El Tunel… son algunos lugares donde transcurre esta historia, construida en tres momentos, cada uno de ellos narrados por Natalia, Erre y Conejo. Dilucidar los pormenores de su argumento sería un exceso innecesario.

La amistad que se gesta en la adolescencia, las relaciones de amor y odio con los padres (y con la ciudad), la sexualidad como laboratorio, la histeria colectiva y la cacería de brujas en la Suecia de 1668-1676, las 12 bromelias de Natalia, el fuego que todo lo sitia, el agua envenenada por un elemento químico que no existe en la tabla periódica son elementos que se entretejen para elaborar una historia sin final feliz. Dice Erre: “Dentro de poco, pienso, no quedará nada de este valle; pasados los incendios llegarán los grandes vientos. Ese lugar junto a los árboles que Cuauhnáhuac, el topónimo náhuatl anunciaba, quedará como una curiosidad incomprensible del pasado, y el nombre con el que los conquistadores bautizaron la ciudad será, a fin de cuentas, su destino: cornamentas de cuadrúpedos y arena, piedras y arena, esqueletos de supermercados repartidos por un valle arenoso. Estacionamientos, herrumbre, salitre. Los caracaras sobrevolando el deshuesadero en busca de una carroña”.

La Cuernavaca mitológica, donde Charles Mingus encontró la muerte que Pachita no pudo espantar, donde Pablo Neruda fue aporreado por un grupo de nazis en el Hotel Alemán, donde la guerrilla urbana fracasó tratando de hacer la revolución, donde el obispo rojo Méndez Arceo predicó el socialismo en la Catedral, donde Maximiliano y Carlota comían nísperos recorriendo su Jardín Borda…

La desintegración de la familia, los amores que no fueron, el inminente peligro de la catástrofe, también, son alimento de un estilo narrativo capaz de avivar nuestros sentidos. En El baile y el incendio, Cuernavaca se huele, se toca, se siente, se presiente, hasta alcanzar un veredicto implacable: “Prefiero el árido presente: la eterna primavera convertida en temporada de sequías, el jardín desecado y yermo, las calles azotadas por el polvo y el humo y la codicia de los gobernantes. No hay nostalgia que valga la pena encumbrar como valor estético; todo juicio positivo sobre el pasado del mundo es un desdén hacia su presente, un olvido de los seres que están ahí, junto a nosotros, esperando a que los miremos con toda la dignidad que les acordamos a las cosas idas”.

Daniel Saldaña París nació en la Ciudad de México, en 1984. De niño llegó con su padre a Cuernavaca. Su literatura está marcada por sus vivencias en esta ciudad, por la que obviamente siente amor y odio. Novelista, cuentista, poeta y traductor. Su libro Aviones sobrevolando un monstruo (Anagrama, 2021), incluye un relato donde se esfuerza por recuperar la ciudad de su infancia y adolescencia: “Malcolm Lowry en el supermercado”. Su nombre figura en varias listas, donde se enumeran a los mejores escritores latinoamericanos menores de 40 años. Tradujo la novela Desierto sonoro (Sexto piso, 2019), colaborando con su autora, Valeria Luiselli. También vertió al español la colección de crónicas sobre América Latina, Los años de la espiral (Sexto piso, 2020), del periodista norteamericano Jon Anderson; y recientemente la novela Monkey Boy’ (Almadía, 2022) de Francisco Goldman.

* Periodista cultural. Colaborador de la red de emisoras públicas Radio Bilingüe, de Estados Unidos.