En México si podemos decir que algo ha cambiado, en los últimos 50 años, el eje de la vida de las mujeres ya no es sólo la familia. El número promedio de hijos por mujer pasó de más de 6 a sólo 2. La tasa de participación en el mercado de trabajo de las mujeres pasó de 19% a 40%. La proporción de mujeres mayores de 15 años sin escolaridad del 35% pasó al 5% (frente al masculino que de 28 pasó al 4) y del 10% que tenían algo más de primaría pasó al 72% (las proporciones masculinas pasaron del 16 al 75%); o sea que además de mejorar la situación en general, también se cerró la brecha. Sin embargo, a la par del avance de las mujeres, aparentemente se ha incrementado la violencia de género, no sabemos cuanto se debe a registros más apegados a la realidad en la actualidad. O cuanto se debe a incremento de la violencia por masculinidad mal entendida, porque en muchos ámbitos se sigue exigiendo que el hombre sea proveedor y autoridad, en una sociedad carente de oportunidades y respeto.
Mercedes Pedrero Nieto