Ante el inicio del periodo más crítico de la temporada de estiaje, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) a través de su área operativa, reporta severos problemas como consecuencia de la baja del caudal en diferentes manantiales y pozos de la ciudad, tal es el caso del manantial “El Túnel” y fuentes de abastecimiento en la colonia Antonio Barona.
Al respecto, la Directora General del SAPAC, Evelia Flores Hernández, informó que durante las primeras semanas del mes de marzo, se solicitó el apoyo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para llevar a cabo las mediciones del caudal “El Túnel”, arrojando un resultado de 32 litros por segundo menos de lo que se estaba registrado, lo que ha repercutido en el retraso de llenado en los tanques “Madero” y, por ende, en el problema de abastecimiento para las zonas Centro y la Carolina.
En lo que respecta a la colonia Antonio Barona, mencionó se han comenzado a presentar problemas por la disminución y abatimiento de pozos, retardando los horarios de tandeos y la baja presión en el servicio.
Refirió que, ante esta situación hídrica, se ha instruido al área operativa a tomar medidas para enfrentar esta situación, tal es el caso de monitoreos por las calles que presentan mayor problemática, la realización de más tandeos, con el fin de retener el agua en zonas más pequeñas y distribuirla por horarios cortos para poder llegar a la totalidad de los usuarios.
Asimismo, Evelia Flores dijo que se llevan a cabo monitoreos constantes en los pozos; así como la revisión y sustitución de equipos de bombeo que así lo requieren; aunado a esto, agregó que se trabaja en la búsqueda de esquemas o proyectos con instancias como la Ceagua y Conagua, a fin de bajar recursos que permitan generar condiciones de abasto con presión a tinacos y horarios adecuados.
No obstante a todo lo anterior, precisó, aún es necesario hacer más esfuerzos para abordar la raíz del problema y garantizar la disponibilidad del agua potable para las zonas más afectadas por el estiaje, pero hizo un llamado a los habitantes para contribuir con dicho objetivo, adoptando la cultura del almacenamiento del agua en los hogares, con el afán de estar preparados ante cualquier eventualidad, además de realizar una adecuada administración y reutilización del recurso.