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La información falsa y la desinformación se incorporaron como uno de los riesgos “moderadamente graves” para un mundo donde el malestar social y la polarización ocuparán un lugar central en las elecciones presidenciales que varias economías importantes tendrán en los próximos dos años, muestra un documento publicado por el Foro Económico Mundial.

La difusión masiva y constante de información falsa y desinformación –ya sea de manera deliberada o no por Estados, figuras públicas, organizaciones de medios y redes de individuos–, “cambia la opinión pública de manera significativa hacia la desconfianza en los hechos y la autoridad”, explica el Informe de Riesgos Globales realizado por Zurich Insurance Group y Marsh McLennan, con base en la opinión, no necesariamente plural, de mil 40 políticos, así como comunicadores y empresarios sobre riesgos globales.

“La información errónea y la desinformación son, en conjunto, un potencial acelerador de la erosión de la cohesión social, así como una consecuencia. Con el potencial de desestabilizar la confianza en la información y los procesos políticos, se ha convertido en una herramienta destacada para que los agentes geopolíticos propaguen creencias extremistas e influyan en las elecciones a través de las cámaras de eco de las redes sociales”, detalla la publicación del Foro.

De acuerdo con la opinión de las personas consultadas por Zurich Insurance Group y Marsh McLennan la información errónea y la desinformación se asoman como el dieciseisavo riesgo global de corto plazo, pero escala a la posición diez entre las contingencias a largo plazo, donde las diversas aristas de la crisis ambiental predominan.

Por encima de la información errónea y la desinformación, el Informe de Riesgos Globales para una lectura de corto plazo encuentra la crisis del costo de vida; los desastres naturales y fenómenos meteorológicos extremos; los enfrentamientos geoeconómicos; el fracaso en la mitigación del cambio climático; la erosión de la cohesión social y polarización social; los incidentes de daños ambientales a gran escala y el fracaso de la adaptación al cambio climático, como las posibles contingencias de mayor preocupación.

También por encima de la desinformación siguen la ciberdelincuencia e inseguridad cibernética generalizadas; la crisis de recursos naturales; la migración involuntaria a gran escala; la crisis de deuda; la incapacidad para estabilizar las trayectorias de precios; una recesión económica prolongada; conflictos interestatales y la ineficacia de las instituciones multilaterales y la cooperación internacional. Hasta el lugar 16 emerge el riesgo de la información falsa, catapultado por la inteligencia artificial.

“Un orden global inestable caracterizado por la polarización de las narrativas y la inseguridad, el empeoramiento de los impactos del clima extremo y la incertidumbre económica están acelerando la propagación de los riesgos, incluyendo la información errónea y la desinformación”, comentó Saadia Zahidi, director gerente del Foro Económico Mundial.

“Los avances de la inteligencia artificial afectarán radicalmente las perspectivas de riesgos de las organizaciones, por lo que muchos tendrán problemas para reaccionar ante amenazas derivadas de la información errónea, la desintermediación y el cálculo estratégico erróneo”, acotó aparte Carolina Klint, directora comercial de Marsh McLennan.

 

Foto Luis Castillo / Archivo / La Jornada