A propósito de los festejos del 8M que se multiplican por todo el Estado de Morelos, hay que señalar que no hay nada que celebrar, tenemos como sociedad una deuda histórica con la Mujer. La conmemoración del día internacional de la mujer debe de ser un espacio propicio para que la clase política reflexione que no bastan los discursos llenos de buenas intenciones, sino concretar acciones que reduzcan la violencia intrafamiliar, el feminicidio y la discriminación hacia la mujer.
Los cuantiosos recursos que algunos gobiernos gastan en publicidad para enaltecer los egos de los gobernantes en turno, debieran destinarse a la compra de pulseras o relojes de Alarma de género, para proteger la integridad física de las mujeres, sobre todo las de más bajos recursos que cada fin de semana deben de lidiar con situaciones de violencia familiar. Estos dispositivos electrónicos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte de muchas mujeres que son violentadas, golpeadas y abusadas por sus parejas que al calor del alcohol o drogas, atentan contra cientos de mujeres que podrían protegerse si los gobernantes fueran más sensibles a un problema que cada día viene creciendo mas y mas y nadie se ocupa de atenderlo.
Eduquemos a los niños desde los niveles básicos en más y mejores Leyes que protejan a la mujer y eliminen para siempre el Feminicidio y la Violencia Política de género, para no tener que castigar a los hombres en su edad adulta. Construyamos una mejor sociedad, el problema de la violencia política de género es un tema de Educación, empecemos a revisar los Planes de estudio que utiliza la Secretaria de Educación Pública para que los niños y jóvenes, transformen esta triste realidad de violencia que viven nuestras mujeres en México, acompañado de un programa nacional de cursos y talleres en los centros de trabajo, para concientizar a los Adultos de la gravedad de atentar contra una mujer y sus consecuencias.
Arnulfo Montes Cuen