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Hugo Barberi Rico

Tras casi dos días de intensa búsqueda, finalmente suspropios familiares ubicaron el cuerpo de Pablo, de 70 años, en el fondo de un pozo de aproximadamente 30 metros de profundidad, quien permanecía desaparecido desde el ocho de febrero pasado.

Las labores de rescate fueron encabezadas por los elementos del cuerpo de bomberos de Tehuixtla, municipio aledaño a Jojutla, auxiliados por la Protección Civil ixtleca, quienes concluyeron los trabajos ya por la noche.

Alrededor de las tres de la tarde, los familiares encontraron el cuerpo en plena zona cerril donde se ubica dicho pozo que no cuenta con ninguna advertencia de peligro, ni barda perimetral, que pudiera evitar la caída de personas o animales. Los bomberos tuvieron que realizar diversas maniobras para poder descender al fondo del pozo para revisar los signos vitales de Pablo, quien desafortunadamente no sobrevivió a la caída.

Tras la intervención de los bomberos, quienes concluyeron el rescate poco antes de las nueve de la noche, se esperó la presencia de los servicios periciales de Jojutla, ubicados a más de 28 kilómetros, para que llevaran a cabo el levantamiento del cadáver. 

El pasado jueves por la tarde, vecinos de La Tigra, delmunicipio de Puente de Ixtla, exhortaron a la comunidad para que ayudara a localizar a Pablo. Un día después, se continuó con la búsqueda implementada por bomberos voluntarios, así como por elementos de Seguridad Pública y de Protección Civil de Puente de Ixtla, con el apoyo debrigadas de familiares y amigos. 

Contrario a lo que sucede cuando se extravía un turista en Tepoztlán, o en algún otro lugar de Morelos, se utilizan incluso helicópteros para localizarlos, pero, en el caso del extravío de la persona de la tercera edad como Pablo, de la marginada ranchería de La Tigra, el caso no mereció ni la intervención de Protección Civil del Estado de Morelos.

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