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Nayeli Monterrosas Brisson, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), estudia la planta Sida rhombifolia, conocida coloquialmente como Tlalamate o escobilla, debido a sus propiedades farmacológicas que podrían ser útiles en el tratamiento del estrés, la ansiedad y la hipertensión.

La experta señaló que después del periodo de confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19, ha habido un aumento en los casos de obesidad, hipertensión y estrés, así como otros trastornos de salud mental.

En este contexto, Monterrosas Brisson destacó que México cuenta con una riqueza de recursos naturales y plantas que podrían ofrecer alternativas para el tratamiento de enfermedades relacionadas con la salud mental. Una de estas plantas es la Sida rhombifolia, que es común en el trópico mexicano y ampliamente reconocida a nivel internacional. Esta planta suele crecer en bosques secos, matorrales densos, laderas y zonas de bosque pantanoso, y se caracteriza por sus hojas alargadas en forma de espiral.

La investigadora subrayó que la Sida rhombifolia es una planta medicinal que ha sido poco estudiada en términos de sus beneficios farmacológicos, pero se sabe que tiene un efecto positivo en el sistema cardiovascular. Esto abre la puerta a la investigación de su potencial para reducir la inflamación y combatir los procesos depresivos.

“Según los informes y registros, la Sida rhombifolia se encuentra en la Biosfera Sierra de Huautla, al sur del estado de Morelos, en comunidades rurales como Quilamula, donde se han llevado a cabo recolecciones con la asistencia de expertos en taxonomía que han identificado la especie”, señaló.

Por lo tanto, Monterrosas Brisson indicó que se está llevando a cabo un estudio farmacológico de la especie Sida rhombifolia con el objetivo de que las comunidades rurales conozcan sus propiedades medicinales, y al mismo tiempo se promueve un equilibrio en su uso, explotación y conservación.

Añadió que aún queda un largo camino por recorrer en la investigación antes de que se pueda desarrollar un nuevo fitomedicamento, pero el primer paso es la generación de tesis, una investigación farmacológica exhaustiva y el análisis de su composición química, lo que podría eventualmente llevar al registro de una patente.