Una vez más, las elecciones se acercan y se adelantan precampañas, y como inercia se adelantan también otros procesos electorales, como en la UNAM, o hasta en nuestro propio trabajo. Si usted @ene suerte, depende donde ande y a qué se dedique hasta tendrá la dis@nción de que le pregunten sobre los candidatos, qué es lo bueno y qué es lo malo, para considerarlo en esos procesos. Pero si no @ene esa suerte, seguramente verá como una especie de “maldición” tener que soportar todos los anuncios en donde cada uno de los aspirantes le dice que es el mejor, que va adelante en las encuestas y que el día de la encuesta, si sale usted muestreado —recuerde que en un muestreo probabilís@co representa@vo la regla de “dedo” es que solo se necesitan encuestar aproximadamente a mil ciudadanos— contestará quién es su “elegida/o”. Ya le informarán después cuál de los “aspirantes” resultó con el mayor porcentaje de preferencias.

Sin embargo, en el “inter” se ha tenido usted que “shutar” todos esos desplegados, algunos de ellos para el caso de Morelos parecen incosteables, como aquel “aspirante”, me imagino que a la candidatura para gobernador del estado, que aparece desde espectaculares camino en la autopista México-Cuernavaca, en la entrada de la ciudad, en el libramiento, en muchas de las “rutas” de transportación local, bueno ahora está pagando hasta aparecer en la página de “Aristegui en Vivo”. Uno se pregunta: ¿cuánto costará eso?, ¿quién lo está pagando?, ¿de quién y de qué par@do es este aspirante-candidato? ¿de quién es alfil? Esto me lo preguntan hasta visitantes a Cuernavaca. Y es que una vez que estos candidatos descubrieron que estas encuestas determinarán la postulación, pues a balconearse a como dé lugar a hacer propaganda polí@ca. Se les olvida a estos “aspirantes a candidatos” que aquí mismo en Morelos, varios de los “alfiles” puestos por su jefe en esos lugares no garan@zó, de ninguna manera que ganarían las elecciones. Recuerdo de alguna candidata que efec@vamente era la más conocida, pero que otra encuesta demostraba que era la más rechazada. Otro caso fue de aquel candidato que sabiendo del respaldo de su jefe, era el alfil de su jefe, en las elecciones —póngale usted el cargo al que aspiró aquel candidato— terminó en cuarto lugar a pesar del apoyo de su “jefe”, pues resulta que su “jefe” era profundamente rechazado por la sociedad morelense. Desde luego, hay excepciones y desafortunadamente la “popularidad” es suficiente para ganar, primero como aspirante, y luego como candidato, lo cual, sin embargo, no significa que será un buen gobernante. Y es que varios de los problemas que enfrentará el candidato electo ganador son muy grandes, por ejemplo, en esta ciudad y en este estado, como corrupción, inseguridad y jus@cia, que ha dado como resultado que nuestra ciudad y nuestro estado siga luciendo como abandonado, capturado y en decadencia.

Y sin embargo, a menos que usted decida abandonar Cuernavaca, o su municipio —cualquiera que sea este— o el estado de Morelos, necesitamos enfrentar el problema de la polí@ca y las elecciones.

¿Por qué? Bueno, en primer lugar porque muchos de los problemas de corrupción, inseguridad y jus@cia, tan complejos y diYciles como son, necesitan enfrentarse desde la polí@ca; y en segundo lugar, porque nadie los va a venir a enfrentar por nosotros. Así, como lo oye, nadie va a venir a “salvarnos” de las tragedias que vivimos, aunque eso sea lo que nos ofrecen esos “aspirantes- candidatos”. Pero, además, así como los hemos dejado de lado y de repente, ya tenemos ahí al aspirante a candidato, ahora como alcalde, diputado, gobernadora/or electo, y si no resultó el mejor, pero sí el más popular, y resulta muy mal gobernante, y nosotros tenemos que vivir con las consecuencias.

Así, aunque le resulten insoportables los “anuncios de propaganda polí@ca” y posiblemente los procesos de precampaña, hay que meterse a hacer polí@ca, no hay de otra. Esta no sólo es una importante y posible salida a nuestros problemas de corrupción, inseguridad y jus@cia, sino también

una salida posiblemente produc@va y no frustrante. Así que hay que animarnos para par@cipar y evitar que nuestra ciudad, nuestro municipio y nuestro estado sigan abandonados y en una mayor decadencia, y llegue otro aspirante-candidato a secuestrar esas representaciones polí@cas para beneficio par@cular.