El 6 de junio de 1767 los mineros de San Pedro en San Luis Potosí estallaron la huelga. Se unieron a una rebelión de rancheros pobres e indígenas que avanzaba por Michoacán y Guanajuato. La rebelión ocurría después de años de resistir el reclutamiento forzoso a las milicias españolas y el aumento de impuestos. Los jornales de los mineros disminuyeron a pesar de las ganancias de los monopolios de la plata. John Tutino (2011) relata que los mineros reclamaban que ellos eran los creadores de la riqueza y, por tanto, los verdaderos dueños de las minas, mientras que los propietarios solo paladeaban las ganancias y eran incapaces de garantizar buenas condiciones de trabajo. En la Nueva España de la segunda mitad del siglo XVIII había cerca de 50 mil mineros asalariados en la región del Bajío, cuando sus salarios bajaron abruptamente, muchos recurrieron a la huelga.

Dos mil mineros de Peñasquito, la mina de oro más grande de México en Mazapil, Zacatecas, aprobaron en asamblea iniciar la huelga el 7 de junio pasado. Reclaman un reparto de utilidades justo, sobre la base de las inmensas ganancias de Newmont, la megaminera estadounidense que compró en 2019 la mina insignia del saqueo de oro en México. Los mineros interpelaron a la empresa para que demuestre, como aduce, que sus ganancias disminuyeron en 2022 y que por ello el reparto de utilidades es menor. Aparecen resonancias de la huelga de los trabajadores petroleros, previa a la nacionalización del petróleo en 1938, cuando argumentaban que las petroleras mentían al decir que no tenían ganancias suficientes.

Los obreros de Peñasquito ganan 800 pesos semanales por jornadas de 12 horas al día. Los trabajos de extracción a cielo abierto son distintos a las minas subterráneas. No usan pico y pala, sino que vigilan las maquinas trituradoras de la tierra. Están expuestos a condiciones laborales igualmente peligrosas. Trabajan entre polvos, gases venenosos, ruidos extremos de la pulverización de la tierra y altas temperaturas. Los accidentes son constantes, muchos de ellos por aplastamientos de los camiones que trasladan la tierra por brechas o por caídas dentro de las trituradoras. Muertes terribles. Así es la producción de oro.

Newmont y su socia Orla Mining poseen 300 mil hectáreas concesionadas para Peñasquito y alrededores. Esta última recibió 109 mil hectáreas entre 2019 y febrero de 2020. En el gobierno de la 4T.

No obstante, el poderío de Newmont, mineros y ejidatarios de Mazapil la han obligado a sentarse negociar. Unos por las continuas violaciones del Contrato Colectivo de Trabajo y los otros para que restituya el agua robada y pague regalías de acuerdo con las inmensas ganancias que tiene. Los mineros han parado la producción en tres ocasiones desde 2019. También la detuvieron los ejidatarios de El Vergel, Camino Rojo y Cerro Gordo, cuando la minera secó 92 pozos y no fue posible continuar cultivando. Luego de años de lucha lograron que la empresa les regrese varios millones de metros cúbicos de agua.

La confrontación entre los trabajadores de la sección 304 del Sindicato Nacional Minero y los ejecutivos de la transnacional requiere diferenciar a la cúpula sindical de los obreros. Napoleón Gómez Urrutia dirige el sindicato desde que lo heredó de su padre, es parte de una dinastía sindical que oscila entre la representación obrera y el poder político desde su senaduría en Morena que le permite telefonear al embajador de Estados Unidos para charlar sobre el conflicto en Peñasquito. La dirigencia es mediadora entre una base trabajadora que se juega la vida en cada mina y una patronal que viola derechos laborales y derechos ambientales de toda persona que viva en los territorios concesionados. La élite sindical nada ha dicho sobre la devastación ambiental de las mineras. Por ahora, la única arma de lucha que tienen los verdaderos mineros es su organización sindical.

Los ecos de la resistencia minera trascienden. La historia no se repite, solo que el arco histórico del abuso y sometimiento alcanza siglos en este gremio.

*Profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México