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Ayer, los ejidatarios a quienes se les deben sus tierras por la construcción de la Autopista Siglo XXI se volvieron a manifestar causando un tremendo congestionamiento en temporada alta.

El secuestro de caminos y carreteras es la mejor vía que han encontrado algunos vecinos para llamar la atención de las autoridades hacia sus diversos problemas, como los ya tradicionales bloqueos de calles en la capital del estado por falta de agua.

Pero la situación de los ejidatarios es distinta y no es nueva. Llevan ya algunos años demandando lo que se les prometió, lo que ellos negociaron con autoridades federales y acordaron recibir.

Aunque se puso en operación parcial en noviembre de 2018 y total en septiembre del 2019. La construcción comenzó mucho tiempo atrás y las negociaciones con los propietarios de las tierras por donde ahora pasa la Autopista se realizaron alrededor del 2005, entonces, según dicen los ejidatarios, se les otorgó un anticipo, que es el único dinero que han visto.

Desde que empezó a operar la Autopista y abrieron las casetas de peaje, intensificaron sus protestas y reclamos. Allá por el 2018, cuando terminaba el sexenio anterior, se reunieron con autoridades con quienes acordaron que antes de que iniciara su operación se les entregaría su pago, pero solo fue una promesa de funcionarios que necesitaban lucir alguna obra de final de administración.

En el actual sexenio, solo se les ha prometido que se revisará el caso. Alegan que no hay expedientes.

“Llevamos más de diez años que se dieron estos ejidos para la construcción de la autopista, y desde ese momento se acordó realizar pagos para la indemnización pero no han hecho nada ya hay ejidatarios que han muerto y nunca vieron un peso”, lamentan campesinos de Moyotepec, en Ayala.

Eventualmente, los ejidatarios comenzaron a tomar la carretera prácticamente desde que se abrió al tránsito, pero continuaban en contacto con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, hasta que, el pasado lunes, los ejidatarios decidieron romper la mesa de negociación -a cargo de Héctor López Leal, director de Desarrollo Carretero- cuando los funcionarios, como siempre, empezaron a dar evasivas; los ejidatarios dicen que los del gobierno llegaron sin papeles y que no les quisieron informar siquiera del avalúo de los terrenos que adeudan.

Debe ser una fuerte cantidad de dinero la que alguien no quiere desembolsar, pues tan solo del tramo Jantetelco-Xicatlacotla la carretera ocupa casi de 62 kilómetros. Mientras tanto, los ejidatarios amenazan con realizar plantones y más bloqueos.

Quizá debieron bautizar la autopista con otro nombre, alguno más acorde a los tiempos en los que las tierras no eran de quien las trabajaba.