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(2ª parte)

Mis padrinos de bautizo fueron el señor Próspero Bravo Medina y mi tía Cecilia, hermana de mi padre, por lo que al morir él, me fui a Toluca con ellos y ahí viví desde el 17 de julio de 1919 hasta el 31 de mayo de 1925. Estudié la primaria y el primero en la Escuela de Artes y Oficios, el segundo ya no lo terminé por haberme regresado a Malinalco con mi madre, para ayudar a J. Guadalupe Ortiz en el negocio de la fábrica de refrescos y que con motivo de la pascua tenía mucha demanda. En la “Fábrica La Polar”, de Tenango del Valle, llegué acompañado de mi hermano Jesús, el domingo 5 de julio de 1925, aquí trabajé hasta el 15 de junio de 1927, aprendí el oficio desde lavar botellas, etiquetar, embotellar, preparar el jarabe, dosificar o preparar y venderla. Lo que me indujo a retirarme fue el poco sueldo.

Mi hermano Jesús me invitó a irme a trabajar con él a una compañía constructora que estaba en el Salto de Tepustepec, Michoacán; trabajé desde el 15 de junio de 1927 hasta octubre del mismo año. De ahí me vine a México, llegué a Ixtapalapa, a la casa de don Antonio Hernández, su esposa Alvarita y su nieto Florentino. Por esta familia conocí a un señor Rafael Lucas con el que hice muy buena amistad. También conocí al ingeniero Alberto Baz Dreck, con quien me relacionó mi hermano Jesús, quien había trabajado como su ayudante cuando él llegó a Tepustepec en 1926.

Estando en Ixtapalapa, nos reunimos con mi mamá, Rafael y Rosalina; salimos a Cuernavaca, y llegamos por tren el 30 de noviembre de 1927. Comencé a hacer repostería para vender por mayoreo a tiendas y estanquillos, hasta mediados de 1928 en que entré a trabajar en una pequeña fábrica de refresco, con el señor Julio Iglesias, que también tenía una zapatería en calle Guerrero No. 7; después trabajé en la tienda de abarrotes “La Terminal”, propiedad de los hermanos Filemón y Macrina Vega, en la esquina de Hidalgo y Galeana, posteriormente sería “La Madrileña” de los señores Alejandro Ocampo y sus hijos.

Los hermanos Vega me dieron mercancía a crédito y establecí una pequeña miscelánea, que se llamó “La Isla del Carmen” en la esquina de Avenida Morelos y callejón de Gómez Farías. Este negocio se le quedó a mi mamá cuando me fui a trabajar a México a principios de 1929, a la línea de pasajeros México – Ixtapalapa y Anexas. En este trabajo de inspector estuve hasta octubre en que volví a Cuernavaca.

A principios de 1931 me fui a Tetecala en busca de trabajo apoyado en mi mamá, que ahí radicaba; ahí conocí a don Alfonso Álvarez que tenía una tienda de abarrotes, y comían él y su personal en la fonda de mi mamá. Encontré trabajo en Mazatepec como molinero de arroz y nixtamal. En diciembre me regresé a Cuernavaca a trabajar en el taller mecánico del señor Jesús Rivas. Vivíamos en la casa del señor Guarneros, enseguida de la gasolinera del Calvario, con doña Eligia Velázquez y su hijo Gerardo Sánchez.

Mi hermano Rafael a la edad de 17 años, acompañado de nuestro hermano Jesús, llegó a Cuernavaca y consiguió trabajo en la tienda de abarrotes “La Vencedora”, de don Manuel Alce; con el tiempo aprendió a manejar y era el chofer de un camión y repartía mercancía. Estando en ese trabajo, cuando transitaba por la calle de Carlos Cuaglia y Parque Melchor Ocampo, tuvo un choque con un taxista, que además era boxeador profesional; éste en lugar de aceptar tener un arreglo ante las autoridades, comenzó a golpear a mi hermano, quien sacó del bolsillo una pequeña navaja tratando de contener al boxeador que cegado por la ira acometió contra mi hermano y él mismo se hirió con la navaja en el costado; al sentirse herido se sentó en cuclillas. Al llegar la policía lo levantó y se llevó detenidos a los dos. Al herido lo internaron en el hospital y a Rafael lo detuvieron en la preventiva. Sorpresa que se llevó cuando le informaron que el herido había muerto. Estuvo en la cárcel 2 años. Me anduvo acompañando en un camión transportando arroz en palay de Tetecala a Puente de Ixtla.

El 18 de diciembre de 1932 recibí orden de cargar cacahuate en Chavarría y llevarlo a México. Rafael se quedó en Tetecala. Al día siguiente me dieron la noticia en Cuernavaca que lo habían asesinado la noche anterior. A un costado del Hospital Civil de Tetecala asesinaron a mi hermano Rafael. Lo mató Luis Millán, de Tlaquiltenango, Morelos; lo que más me molestó fue que lo mató a traición, tirándole un balazo debajo de un gabán, mientras mi hermano le reclamaba por haber maltratado a mi hermana Rosalina, quien andaba con él, siendo casado. Pasó mucho tiempo para que me convenciera de había muerto. Era del día 2 de febrero de 1911, vivió 21 años.

El 15 de enero de 1933 entré al Banco Nacional de México como ayudante, chofer, mozo y barrendero. En diciembre me ascendieron a empleado volante. A partir de enero de 1944 me comisionaron como ayudante de los señores Marure y Pardo, corresponsales del Banco Nacional en Jojutla, Morelos; trabajo que desempeñé hasta el mes de agosto de 1950, fecha en que renuncié para ingresar, el 2 de septiembre de 1950 como gerente de la sucursal que abrió en Jojutla el Banco del Sur.

Don Vicente Pliego Varona