loader image

 

Carlos Adán Brito*

Las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos continúan siendo la primera causa de muerte en nuestro país y en el mundo, generando más muertes que la pandemia por COVID-19 que padecimos en años recientes.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que para el 2030 en el mundo ocurrirán cerca de 23.6 millones de muertes al año por esta causa.

En nuestro país actualmente mueren cerca de 150 mil personas anualmente por problemas del corazón, especialmente por infarto agudo del miocardio.

La importancia de este problema radica en que existen varios factores de riesgo cardiovascular que condicionan la aparición de estas enfermedades cardiacas y que algunos de ellos pueden ser modificables y prevenibles y con ello disminuir la tendencia creciente de este grupo de enfermedades.

Algunos de los factores de riesgo modificables consisten en llevar y apegarse a una dieta saludable, que sea baja en sal, baja en carbohidratos no saludables (como los alimentos procesados, dulces, cereales refinados, refrescos, pan blanco, etc.) y asociarla a un incremento en la actividad física diaria; en el que tomemos por lo menos 30 minutos de nuestro día para dedicarlos a realizar el ejercicio de nuestra preferencia durante al menos 5 o 6 días a la semana y asociarla también a la suspensión de hábitos que promueven la inflamación constante de nuestros vasos sanguíneos como el tabaquismo.

Otro de los factores que podemos modificar es la obesidad, que actualmente nos coloca como uno de los países con mayor número de casos en el mundo; esto derivado de la ingesta excesiva de calorías y el sedentarismo y que generalmente también va asociado a un incremento en las cifras de grasas circulantes en el torrente sanguíneo (colesterol elevado).

Existen otros factores que lamentablemente no podemos modificar como son la diabetes mellitus y la hipertensión arterial (presión arterial elevada), sin embargo, si logramos llevar un estilo de vida saludable (dieta saludable, ejercicio, fármacos, etc.), podemos mantener estas enfermedades bajo control y con esto disminuimos la probabilidad de padecer enfermedades de tipo cardiovascular.

Las enfermedades cardiovasculares son muchas, sin embargo el infarto agudo del miocardio, infarto o ataque cardiaco es el que con mayor frecuencia vemos en las salas de emergencias; este consiste en el estrechamiento u obstrucción de los vasos sanguíneos encargados de llevar sangre al corazón; generalmente esta obstrucción o estrechamiento ocurre derivado de la formación de placas o cúmulos de grasa (colesterol) en las arterias que obstruyen la luz de los vasos sanguíneos (aterosclerosis) que cuando se rompen se echan andar mecanismos que intentan reparar el daño pero estos mecanismos generan la formación de un coagulo o un trombo que termina por obstruir la luz del vaso generando así el infarto o muerte del tejido cardiaco.

Con lo anterior, se pretende concientizar del problema real que vivimos y que estamos por enfrentar en un futuro no muy lejano; por lo tanto, está en nuestras manos tomar medidas para lograr cambiar el panorama de salud y social de las principales enfermedades cardiovasculares que afectan a los mexicanos.

Acude al médico de manera regular, una visita programada puede mantenernos saludables.

*Médico No Familiar. Cardiólogo. Adscrito al Hospital General Regional No. 1 IMSS