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PISA noquea a México: crisis educativa nacional

 

En la política mexicana abundan los temas; sin embargo, hoy me preocupa y necesito abordar un tema en particular: la educación en México. Este ámbito – antaño ejemplar y pilar para la formación de generaciones – parece haber quedado demasiado grande para la 4T. Si hay dos cuestiones destacadas en el último sexenio son el escándalo relacionado con la edición de nuevos libros de texto, carentes de contextos históricos, sociales, pedagógicos o de enseñanza real, y la designación de Delfina Gómez como secretaria de educación, sin el perfil adecuado para liderar la educación a nivel nacional.


Casi al finalizar el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, nos enfrentamos a un retroceso en habilidades de lectura, matemáticas y ciencia en la prueba PISA, una evaluación internacional crucial. Esta prueba, iniciada en el año 2000, mide las competencias de jóvenes de 15 años para participar en la sociedad, abarcando, inicialmente, matemáticas y lectura, y, desde 2006, las competencias científicas.


En México, dos de cada tres estudiantes no logran realizar operaciones matemáticas simples; uno de cada dos no comprende una lectura y uno de cada dos se sitúa en el nivel más bajo de competencia en ciencias, según la OCDE.


Las cifras son alarmantes, especialmente al considerar el papel crucial de la educación en el futuro de México como potencia global. En un mundo cada vez más globalizado, el desarrollo de las naciones depende en gran medida de la educación y del enfoque en cambios de paradigmas educativos y desarrollo cognitivo, especialmente entre los jóvenes.


Aunque el gobierno actual parece enfocado en la legitimidad ideológica, parece menospreciar el papel fundamental de la educación. Muchos expertos sostienen que México debe dar un giro de 180 grados hacia la educación técnica e industrial para impulsar el desarrollo social y económico del país en un mundo globalizado.


Construir una conciencia crítica y orientar la educación hacia la formación de ciudadanos reflexivos es esencial para transformar la realidad histórica, social y económica de México. La fusión de grupos en las escuelas, con aulas abarrotadas, complica la tarea del docente y pone en duda el óptimo desarrollo cognitivo de los estudiantes.


La reforma educativa del sexenio anterior, que incluía la evaluación de los maestros, podría haber tenido sentido al buscar mejorar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, es necesario reflexionar sobre su eficacia y considerar una reforma educativa integral, que otorgue las mismas oportunidades de educación y desarrollo a todos los alumnos del país, basándose en esquemas claros y sistemas de competencia.


El próximo presidente de México enfrentará el desafío de priorizar la seguridad pública y la educación como ejes fundamentales para el desarrollo del país. Hoy, más que nunca, los maestros deben exigir una preparación continua y cambiar el paradigma de la relación sindical con las autoridades educativas. La próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, tiene la responsabilidad de destacar que la educación y la seguridad pública son temas fundamentales para el desarrollo de México.

Nos leemos en la próxima.


*Padre de familia, político y soñador
en busca siempre de un mejor Morelos para todos.