Karime Díaz
Las mujeres en la historia hemos sido borradas, así, nada más, borradas y nuestros nombres nunca o rara vez pronunciados. Parece que este mundo fue construído únicamente para y por ellos ¿Dónde están las mujeres? He estado haciendo el registro de las mujeres en la ciencia y no podemos ir más allá del año 370 o 355 pero hay varias dudas, porque parece que no hubo más, o mejor dicho, que no quisieron que supiéramos más.
Hay dudas sobre el año en el que nació y siempre que hablan de ella, no se puede omitir que era hermosa, sus retratos la imaginan una cabellera brillante y un cuerpo de mujer bien proporcionado, sensual posando, aterrorizada en la biblioteca con pedazos de su ropa cubriendo sus partes íntimas. Así la dibujan escenificando su asesinato, mostrando su cuerpo como si su físico fuera uno de sus atributos más sobresalientes y necesariamente se debe enfatizarlo para darle validez a que además de inteligente era hermosa, o así piensan que era. ¿Sabes de quién hablo?
Hipatia fue una mujer destacada, podemos decir que fue de las primeras científicas o de las más antiguas que han existido. Sus áreas, las matemáticas y la astronomía principalmente. Sabemos de ella porque sus estudiantes escribieron un poco de su vida pero muchas cosas, debemos imaginarlas así que es más como una leyenda.
En aquellos tiempos, la discusión principal para los hombres de ciencia era sobre la posición de la tierra y el universo. Ella entró a la confrontación con sus propias aportaciones. Hacía comentarios sobre otras obras que complementaban esas contribuciones. Lo hizo con el álgebra al impulsar la creación de signos para simplificar las operaciones. Lo hizo con la geometría que fue muy importante para hablar de la posición de los cuerpos celestes y además, en conjunto con su padre, Teón, también matemático y astrónomo profesor en la Biblioteca de Alejandría, influenciaron la revolución copernicana.
Además de sus aportes teóricos, era inventora. Ella misma construyó un buscador de estrellas y con este astrolabio hizo una representación bidimensional de la bóveda celeste. Inventó un hidroscopio que pesaba líquidos. Era una gran maestra, en sus clases hacía discusiones sobre filosofía, matemáticas, ética o religión. Eran clases muy diferentes a las de la época, pues el diálogo era horizontal. En estas discusiones se hablaba de la igualdad de género y de que la educación debía ser para todas las personas sin importar sus condiciones sociales, de hecho sus clases eran incluyentes donde no había distinción de género, ni de etnia, ni de clase social, ni de religión. Por supuesto que estas ideas llamaban la atención para bien y para mal, pues eran poco convencionales para la época. Seguramente hubo mucho más de Hipatia que no conoceremos jamás, simplemente sus contribuciones se fueron con ella porque pocos escribieron de su vida.
Fue precisamente ese reconocimiento lo que desencadenó la ira de algunos sobre esta destacada mujer que únicamente se dedicaba a fomentar el pensamiento crítico.
También su muerte es un misterio, aunque sabemos que fue sumamente cruel e inhumano, un feminicidio con todas sus letras. En aquel momento, el cristianismo estaba cobrando fuerza y vidas para consolidarse como la religión universalizadora. En Alejandría, Egipto, coexistían paganos, judíos y cristianos así que el conflicto religioso ardía.
El obispo de la iglesia de Alejandría era el patriarca Cirilo que como todo patriarca, desbordaba en la intolerancia con toda la violencia posible. Hipatia era amiga de Orestes, el prefecto imperial de Alejandría quien era cristiano pero tolerante con los grupos no cristianos de la ciudad. Y muy tolerante y todo, desató una guerra contra Cirilo.
Así que esto era también político. Pronto iniciaron los chismes sobre la pagana Alejandría, sobre la mala influencia, sobre la maldad en ella que impedía que Orestes sucumbiera por completo al cristianismo y eso enfureció a muchos porque además, Hipatia y sus conocimientos astronómicos contradijeron las fechas de semana santa que había predicho sin base aluna Cirilo. Eso fue suficiente para en un 15 de marzo, un grupo de cristianos la torturara, la cortara en pedazos y la quemaran como a muchas “brujas” pero hoy aquí andamos todavía las nietas de las brujas que no pudieron ni podrán quemar.