Aunque el agua es vital para la vida no parece ser algo de primera importancia a menos de que la gente se inconforme porque carece del servicio y se cree caos y una avalancha de reproches políticos.
Pero el agua en nuestro estado tiene otro problema muy grave que todos parecemos soslayar pero por el que, tarde o temprano, pagaremos un alto costo: la contaminación.
La Comisión Estatal de Agua (Ceagua) estima que en Morelos el 80 por ciento de aguas negras terminan en ríos y barrancas sin ser tratados, lo que causa que los caudales se contaminen y, a la larga, serán inútiles para el uso humano.
En Morelos se tiran sin tratar cuatro mil 800 litros de agua negra por segundo y parte de ella se va inevitablemente a los mantos acuíferos. Es decir, hoy estamos contaminando el agua de mañana. Si se pudiera reunir en un solo cauce, el río de aguas negras de Morelos superaría en caudal de varios cuerpos que abastecen las reservas de líquido.
“Por decir una cuestión, el canal El Perrito que abastece el vaso más grande del estado que es El Rodeo, tiene un caudal de 100 a 120 litros por segundo y el agua que no es tratada es de cuatro mil 800 litros por segundo, de eso estamos hablando”, estima Jaime Juárez López, Secretario Ejecutivo de la Ceagua.
De acuerdo a la instancia federal, la CONAGUA, la cuenca del Balsas, en la que están incluidas las corrientes de agua superficial de Morelos -junto con los de Michoacán, Guerrero, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Oaxaca-, es la más contaminada de todo México en cuanto a desechos sólidos suspendidos y coliformes fecales.
Hoy informamos sobre la próxima conclusión de un estudio multianual que realizan la Coalición Ambiental y Cultural de Cuautla y la organización Global Water Watch para medir los contaminantes en el río Cuautla, sin ser agoreros, creemos que las conclusiones serán desoladoras.
Desde hace años se sabe de este problema y se ha fallado invariablemente en siquiera intentar atacarlo, baste recordar el abandono y saqueo de la planta de aguas residuales en Xoxocotla y la inacción del municipio de Temixco que desde 2016 deben a las autoridades información sobre sus descargas de aguas negras al rio Apatlaco, pues se ha demostrado que se vierten altas concentraciones de arsénico, cromo y aldrin, una sustancia insecticida; incumplimiento que le valió un apercibimiento judicial al ayuntamiento en el pasado mes de mayo.
Iniciativas como las del río Cuautla y hasta algunas propuestas de saneamiento que ha realizado la UAEM -que propone la instalación de tanques sépticos en los lugares de descargas residuales que contaminan las barrancas de Cuernavaca- deben estar acompañadas por la voluntad política de arreglar los verdaderos problemas de fondo.
Este es un problema que se debe atacar pronto pues, igual de pronto, podríamos enfrentar los verdaderos problemas del agua en Morelos.