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Antulio Sánchez

Internet ha sido definida como un medio que va más allá de la imprenta, una especie de metamedio porque en el ciberespacio coexisten la radio, la televisión, la prensa, el cine, el correo postal y varios medios más. Internet si algo la caracteriza es hacer factible que las tecnologías de comunicación anteriores a internet puedan converger en el ciberespacio, y al mismo tiempo dar paso a nuevas narrativas.

Internet irrumpió cual si fuera un sismo en el campo de la comunicación, reconfigurando hábitos y prácticas periodísticas, pero también afectó muchas mecánicas de trabajo de diversas disciplinas al grado que muchas prácticas se potenciaron con la red o de plano se mudaron a la misma. 

Una de las leyes de la tecnología de las comunicaciones es que los nuevos medios son generalmente aditivos en lugar de sustitutivos, lo cual quiere decir que las nuevas tecnologías generalmente no eliminan a las más antiguas sino que lasincorporan. Eso no quiere decir que en ocasiones algunos medios pasen a mejor vida. Pero si es cierto que los nuevos medios de comunicación no eliminan a los anteriores, su propalación termina por reconfigurar el denominado ecosistema mediático.

Con internet, tenemos que servicios o tecnologías caducas retornen con nuevos rostros como es el caso del teletexto, el fax o el telégrafo. Muchas cuestiones que en el pasado se consideraron el último grito de la moda, que con el correr de los años fueron superadas por otras, hoy se replican de forma intensa, y nostálgica, en el ciberespacio, pero al mismo tiempo se han gestado nuevos servicios que le han dado a internet una dimensión de alcance y retención, para parodiar al escritor Bioy Casares, y de la cual carecían los medios anteriores.

La narrativa siempre ha ideado desde tiempo atrás escenarios prefiguradores del ciberespacio, o que de alguna manera visualizaron lo que es el ciberespacio. Internet, sin ser nombrada, tiene un lugar destacado en la narrativa del escritor argentino Jorge Luis Borges, quien no solo destacó por su erudición, sino por confeccionar en su obra paisajes y mapas que parecen conformar hiperenlaces que remiten a múltiples universos, decorados y culturas. 

A pesar de que Borges perdió la vista a una edad temprana, se refugió en su inagotable y fantástica memoria y de su cableado cerebral surgió una red creativa que prefiguró muchas de las atmósferas que definen al ciberespacio. Unode estos ambientes borgianos es el relativo a la condensación de un espacio que reuniera todas las obras creadas por los humanos. 

En su famoso cuento, «La biblioteca de Babel», Jorge Luis Borges habla de llevar a cabo la concreción de un sueño: una biblioteca que pueda contener todos los libros posibles, escritos con todas las combinaciones factibles de las letras del alfabeto. Una biblioteca que sería como una condensación algorítmica, que matemáticamente hiciera factible ese espacio de totalidad y plenitud inconmensurablesque se resumiera todas las ficciones y conocimientos de la humanidad y que estuvieran a disposición de un infinito y prodigioso laberinto de estantes, algo más alucinante que el«Cementerio de los libros olvidados» que registró magistralmente Carlos Ruiz Zafón en su tetralogía que lleva el mismo nombre.

Un artista digital, Jonathan Basile, estudiante de doctorado en Literatura Comparada en la Universidad Emory, Atlanta, le tomó la palabra a Borges y se embarcó en generar esa biblioteca infinita en la web, usando un algoritmo, y que ha denominado «Biblioteca universal en línea» y la cual se encuentra en: libraryofbabel.info. El sitio no es de reciente manufactura, pero es el reflejo de cómo el vínculo entre literatura y ciberespacio puede de manera interesante y dar vida a proyectos como el de Basile.

Basile, apoyándose en las matemáticas y los algoritmos, efectuó un ejercicio retomando las ideas y estimaciones plasmadas por Borges, generando un alfabeto que contiene 26 letras a las que hay que añadir la coma, el punto y el espacio, es decir, 29 signos que se deben combinar; cada libro tiene 410 páginas, 40 líneas por página y 80 caracteres por línea. Calculando todas las combinaciones de letras posibles para escribir todos los libros en este formato, se alcanza un número total de libros para esa Biblioteca de Babel de 29 a la potencia de 1.312.000. 

Esto da como resultado un número más allá de cualquier comprensión, pero es una «hipótesis» de cómo sería ese alucinante y descomunal sueño borgiano. Pero antes depensar en leer todos estos libros de la Biblioteca de Babel generada por el algoritmo de Basile, tendríamos primero que terminar de dar cuenta de todos los libros que según Google se han publicado a lo largo de la historia humana que son129.864.880. 

@tulios41

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