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La vida en comunidad es propia de una criatura gregaria como el hombre. Todos tenemos diversas responsabilidades para nuestra colonia, ciudad o nación. Desde no tirar la basura en la vía pública, hasta conducir las políticas de desarrollo de todo el país.

Ese es un hecho tan añejo como el hombre mismo, y está desprovisto de ideología o nociones políticas; es, simplemente, la aceptación de que la comunidad es más poderosa que el individuo.

Por eso es de llamar la atención la política -hay que decirle de alguna forma- autosuficiente del gobierno estatal, que, antes de encerrarse en una cápsula hermética debería pensar que no siempre la comunidad lo busca para quejarse o pedir favores, también puede haber propuestas, como las que dicen los empresarios que no ha querido escuchar ningún funcionario de la actual administración.

Todo México se está recuperando de una crisis en la que la peor parte, como siempre, la llevó la gente y los negocios. Entre 2019 y 2020 el empleo sufrió una contracción que puso en peligro la subsistencia de miles de familias. Y en nuestro estado las cosas no fueron mejor, al contrario, en agosto de 2020 se alcanzó el récord de pérdida de empleos de la pandemia con más de 10 mil plazas perdidas, de acuerdo a los semáforos de México Cómo Vamos.

Y, quizá el virus se haya agazapado, pero los efectos de la pandemia en la economía se siguen sintiendo y en Morelos se manifiesta como una zigzagueante y lenta recuperación: de una aparente restitución de empleos en noviembre de 2021, tenemos igual número de retrocesos que atisbos de mejoría, por lo menos en este indicador.

La muestra de que aun no está todo bien es que el último retroceso en la generación de empleos fue en enero de este año. Y, ya a principios de este mes, el IMSS -el termómetro oficial de la generación de empleos formales- indicaba que en la lenta recuperación nacional Tamaulipas, Zacatecas, Durango y Morelos, conforman la retaguardia.

En el año pasado, nuestro estado solo pudo contribuir con el 1.5 por ciento al total nacional de creación de empleos formales de trabajo remunerado.

Es por eso que, quizá, aunque alguien lo sepa todo, aún se pueden escuchar las propuestas y sugerencias para mejorar la economía. No hay que olvidar que son los empresarios -micro y macro- los que crean los empleos.

La mejoría solo vendrá si la invitamos todos a nuestra casa y en estas épocas de crisis nadie tiene las soluciones escritas y sí tenemos necesidad de buenas y eficientes iniciativas. Hay que escucharlas todas.