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Antulio Sánchez

Todo empezó en los años ochenta del siglo pasado con la creación del formato MP3, que de manera paulatina se afianzó hasta convertirse en un peligro para la industria musical. Pero fue en la siguiente década, con la aparición de Napster que el mundo musical se puso patas arriba, ya que en su corta vida ese programa cambió para siempre el modo de consumir la música.

Después vinieron los servicios de streaming: YouTube surgió en 2005 y abrió la puerta a los servicios de música en streaming, que la industria musical adoptó para contener lasdescargas de música que la traían de cabeza. Fue con el surgimiento de Spotify, en 2008, que la industria musical encontró la oportunidad de desalentar las descargas musicales.

Actualmente está disponible en Netflix la serie sueca ThePlaylist, que aborda cómo Daniel Ek y su socio Martin Lorentzon dieron vida a Spotify, que revolucionó el consumo de música a través del streaming. De la serie se puedendestacar las siguientes cuestiones:

1. El surgimiento e historia de una plataforma dominante como Spotify, no tiene una visión unívoca. La serie basada en el libro de Sven Carlsson, The Spotify Play, que combina ficción y realidad, dibuja a lo largo de seis capítulos las diversas maneras en que los distintos protagonistas, más allá de Daniel y Martin, participaron en la creación de la plataforma. Cada uno, como sucede con todos los creadores de otras plataformas, tiene su manera de ver su participación, sus desencuentros y visión de cómo fueron tratados y desplazados de la plataforma que ayudaron a conformar.

2. Los pleitos entre los creadores de Spotify no son raros cuando de por medio no solo están inmersos ideales, sino también inversionistas y fuertes cantidades de dinero, que determinan los derroteros que deben seguir las plataformas. En 2016, ante las dificultades del sector y salida a la bolsa, Spotify decidió modificar su estructura ejecutiva, y Martin Lorentzon dejó de ser el presidente de Spotify para convertirse en vicepresidente, mientras que Daniel Ek, el CEO, también tomó el cargo de presidente.

3. Ek, desarrollador inicial de la plataforma, generó un producto disruptor que aprovechó las ventajas de la Web 2.0, fue el primero en moverse y vio que no se trataba de crear contenidos sino de crear un nicho, ser un intermediario que aprovechara la eficiencia de la red y las economías de escala que le facilitaron fracturar el régimen establecido.Spotify aprovechó las ventajas de ser pionera en la construcción de audiencias para los anunciantes.

4. Daniel Ek se inspiró en el popular sitio sueco de descargasde música The Pirate Bay, amén de las ideas tecnoutópicaspropias de los nóveles programadores que dan vida a productos digitales revolucionarios. Ideó un producto que finiquitara las disputas entre músicos, corporaciones musicales y usuarios. La idea fue que su plataforma no permitiría descargar música, pero su escucha sería gratuitay las corporaciones musicales comercializarían con terceros los datos privados proporcionados por los usuarios, amén de que se llevarían una parte de los ingresos por los anunciosque Spotify difundiera.

5. La necesidad de generar ingresos trastocó las ideas iniciales de Spotify, alterando el modelo original. Daniel era renuente a tener un servicio de pago, como el servicio Premium vigente hoy en dicho servicio.

6. La idea de democratizar el acceso a la música, que cualquiera subiera su música y tener un ingreso, ha funcionado desigualmente, ya que el pago por reproducir contenidos musicales es bajo —$ .004 dólares—, no permite a los músicos pensar en vivir de la música. Al final, Spotify ha terminado por reproducir el esquema desigual de ingresos cultivado por los grandes sellos discográficos. 

7. Desde Napster se popularizó la idea de consumir piezas, melodías sueltas en lugar de los álbumes completos, cuestión que sigue siendo el fuerte de los servicios de streaming. Spotify retomó eso, pero al mismo tiempo ha propulsado una cultura de la innecesaria descarga de música.

Pero la historia está incompleta si no se analiza el efecto real de la digitalización en el campo musical, aspecto que abordaremos en otro momento.

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