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Maximino Aldana*

Todos hemos oído teorías conspiracionistas, es decir, historias de que los gobiernos del mundo escondeninformación importante a sus ciudadanos para dominarlos. Seguramente es cierto para algunos temas como la investigación armamentista. Pero me refiero a cosas menos estratégicas como que las fotos de Neil Armstrong caminando sobre la Luna en realidad fueron tomadas en un estudio de Hollywood. Que la Tierra es plana y las imágenesmostrando a la Tierra redonda son falsas. Que la evolución nunca ocurrió y los fósiles de animales prehistóricos fueron plantados por gente muy mala para hacernos dudar de la existencia de Dios. Que han llegado extraterrestres a nuestro planeta y se mantienen resguardados, junto con sus naves espaciales, en absoluto secreto en el Área 51 de Estados Unidos, etc.

Tratar de debatir con un conspiracionista es un caso perdido desde el inicio. Cualquier evidencia que presentes en contra de la teoría conspiracionista lo único que hace es reforzar su creencia en dicha teoría porque, según él o ella, tal evidencia es producto de los esfuerzos de falsificación del gobierno para “ocultar la verdad”. Si no presentas evidencia, pero das argumentos lógicos basados en conocimiento existente, es prueba para el conspiracionista de que tu mente ha sido corrompida por la “manipulación psicológica” que el gobierno ejerce sobre sus ciudadanos para dominarlos. Y si le pides al conspiracionista que muestre evidencia sobre la validez de su teoría, te ve con desdén y burla diciendo que obviamente dicha evidencia no está disponible porque el gobierno invierte miles de millones de dólares para ocultarla, lo cual nuevamente refuerza la validez de su teoría conspiracionista. 

¿Qué se puede hacer para mostrarle a un conspiracionista que su teoría no es compatible con el conocimiento acumulado ni con la evidencia? Desde mi punto de vista no hay nada que hacer. Cualquier cosa que digas sólo va a reforzar más su creencia en la teoría conspiracionista. No es una cuestión de educación, ya que los más famosos defensores de teorías conspiracionistas como Samuel Shelton (fundador de la teoría moderna de la Tierra plana) o Jaime Maussan (defensor acérrimo de la teoría de que los extraterrestres visitan constantemente nuestro planeta), y muchos otros, son o han sido gente educada. Yo no podría decir si tales personas son charlatanes que se aprovechan de la falta de conocimiento científico y de la escasa formación en razonamiento lógico de sus seguidores, o si en verdad ellos mismos creen las teorías que pregonan. Lo que sí puedo afirmar, porque lo demuestra el registro histórico una y otra vez, es la necesidad evolutiva de los seres humanos de creer en líderes buenos que nos salvan de líderes malos (Dios y el Diablo, por ejemplo, o viceversa). La evidencia histórica muestra también que, una vez que un grupo ha adoptado a un líder como su salvador y guía, es prácticamente imposible desmentir al líder, a pesar de toda la evidencia que se presente mostrando que, en lugar de salvar al rebaño, el líder los está llevando directamente al despeñadero.   

Entre más evidencia objetiva presentes de los terribles desatinos del líder salvador conspiracionista, más sus seguidores creen en él y a ti te tachan de traidor, conservador, clasista, aspiracionista, enemigo del pueblo, y otras cosas. Algunos te insultan por convicción, otros por elección, y algunos más por conveniencia. Pero allí vamos todos, en este tren conspiracionista directo al despeñadero,pese a toda la evidencia objetiva que demuestra que este camino sólo conduce a una mayor destrucción del tejido social y sin saber cómo cambiar el rumbo. 

*Investigador en Ciencias Físicas de la UNAM en Cuernavaca.

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