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Si la treintena de espigadas y mudas Palmas Reales hablaran, qué de historias contarían.

En ocho décadas, las Palmas Reales de Avenida Central han atestiguado infinidad de acontecimientos cotidianos y extraordinarios: desfiles, manifestaciones, procesiones y el tránsito diario de personas y vehículos.

Por ahí han caminado multitudes llorosas, desconsoladas y tristes acompañando cortejos fúnebres de alguien que laboró en el ingenio y a su paso, el estruendoso silbato lo despide mientras adentro, la multitud respetuosa, se descubre la cabeza.

Las Palmas Reales, a fines del 2017 atestiguaron cómo poco a poco intrépidos obreros expertos en demolición fueron echando a tierra a golpe de marro el icónico chacuaco del Ingenio Emiliano Zapata.

La PALMA REAL es para los cubanos lo que para nosotros los mexicanos es el NOPAL: un componente esencial de nuestro escudo nacional.

La Avenida Central, aunque solo se extiende por cuatro cuadras, nada le pide en atractivo a la famosa Sunset Boulevard de Beverly Hills, la kilométrica y opulenta avenida californiana.

Un atardecer de 2017, un poco antes del sismo, aún estaban en pie las oficinas de la gerencia. Foto: Patty Márquez: