¿POR QUÉ ES EL TIEMPO DE LAS MUJERES?

 

La participación de la mujer en los diferentes ámbitos de la actividad humana ha venido ganando cada vez más espacios a pesar del patriarcado histórico que arrastramos desde hace unos diez mil años cuando inicia la revolución neolítica.

La vida política no escapa a esta premisa y por primera vez en la historia de nuestro país todo apunta a que quien conducirá los destinos de la nación será una mujer. En nuestra entidad se tiene la misma percepción.

Nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos no es ajena a esta tendencia. Hoy están inscritas tres mujeres e igual número de hombres para dirigir a esta institución. Sería histórico que por primera vez sea una rectora en la UAEM.

Se escucha en diferentes medios que es el tiempo de las mujeres. La intención de esta reflexión es escudriñar una respuesta a la pregunta ¿por qué es el tiempo de las mujeres?, ¿por qué la sociedad y el mundo en general necesitan una visión femenina?

Los organismos internacionales desde hace años han evidenciado que la construcción de un mundo mejor, sustentable, equitativo y en paz requiere de una visión femenina.

La UNESCO, entre los 17 objetivos que enuncia para el desarrollo sustentable 2030 asume que la igualdad de género no solo es un derecho fundamental, sino que es además un pilar para la construcción de un mundo pacifico, equitativo y sustentable. El banco mundial por su parte sostiene que las mujeres son un motor clave en el desarrollo económico y la reducción de la pobreza,

Prácticamente todos los organismos internacionales reconocen como necesario el empoderamiento de las mujeres para alcanzar un desarrollo sustentable y una sociedad equitativa, justa y en paz.

Vuelvo a la pregunta inicial ¿por qué es el tiempo de las mujeres? Esta pregunta se enlaza con el concepto de lo que se entiende como femenino. La Real Academia de la Lengua Española como en otras ocasiones, se queda corta pues define la femineidad como “la cualidad de lo femenino”.

El posicionamiento de la mujer o mejor dicho de lo femenino va más allá de las diferencias morfológicas fisiológicas o bioquímicas derivadas de las combinaciones XX (mujer) o XY (varón). Tiene más que ver con las características que definen “la cualidad de lo femenino”, tiene que ver con el espíritu de lo femenino.

Entre las características de lo femenino se reconoce la sensibilidad emocional, a través de la cual se puede expresar y entender de manera espontánea y natural las emociones humanas como la empatía, la solidaridad entre otras.

La femineidad o el espíritu de lo femenino se asocian con una conexión profunda e íntima con la naturaleza, lo que se deriva en el respeto y cuidado a todas las formas de vida. Por otro lado, la femineidad se vincula con el cuidado y la comprensión por los demás seres humanos y los no humanos.

Los patrones de una cultura patriarcal privilegian la competencia, mientras que la visión femenina valora más la colaboración, la cooperación y el apoyo mutuo al enfrentar los problemas y el planteamiento de soluciones. Nuestra sociedad requiere esta visión que se expresa en el consenso, el trabajo comunitario y la solidaridad.

Estas cualidades femeninas, entre otras, son necesarias e indispensables en la construcción de una sociedad igualitaria no solo desde el enfoque de género, sino en todos los ámbitos donde se dé la desigualdad y la exclusión como el étnico, el religioso, el de las formas de pensar, sentir y más.

Los organismos internacionales entienden que para mantener la vida en el planeta tal como hoy la conocemos, es necesario el desarrollo sustentable y consideran que para este propósito la mujer desempeña un papel primordial en la gestión de los recursos naturales, así como en una posible adaptación al cambio climático.

Ante un mundo de violencia generalizada, inequidad, injusticia, de depredación de los ecosistemas naturales y con pocas esperanzas en el futuro, la visión patriarcal que ha prevalecido por diez mil años debe ceder su lugar al espíritu de lo femenino para construir un mundo más vivible.

Entiendo que estos conceptos son subjetivos y se salen de la cultura patriarcal cientificista, objetiva, cuantitativa y pragmática, sin embargo, considero que por estas y más razones, el momento histórico que vivimos, es tiempo de las mujeres.

Reconozco que me quedo corto en mi intento de dar una respuesta al porqué nuestro mundo requiere una visión femenina. Entiendo que es necesario canalizar y sumar estudios que se vuelvan teorías e incluso un nuevo paradigma donde la visión patriarcal ceda el paso a una visión de femineidad.