loader image

 

 

Hace pocos días en Argentina, el gobierno del ultraderechista Javier Milei, decretó el cierre de 11,000 cooperativas, las mayorías eran cooperativas de trabajo, con el argumento que carecían de la documentación necesaria para continuar con sus actividades.

Este tipo de medidas arbitrarias y desmedidas de ataque, cortes y cierre de organizaciones de la economía social y solidaria deja en evidencia lo que sucede cuando organismos como los Institutos que regulan estas asociaciones van perdiendo institucionalidad y quedan al arbitrio de gobernantes de turno.

En este sentido puede ser una advertencia para países de la región, y para México, en donde este tipo de políticas públicas y de organismos paraestatales y/o descentralizados merman su institucionalidad al no ser políticas de estado.

En un país como México, en donde la economía de los trabajadores está determinada por más de un cincuenta por ciento de trabajadores informales, y una gran cantidad de ellos involucrados en formas de organización comunitaria, de trabajo auto organizado, trabajos de plataforma o iniciativas de la economía social, solidaria y popular, es menester tener en consideración este tipo de eventos para prevenir lo que pueda suceder en un entorno complejo de actores sociales precarizados.

Debemos proponernos trabajar desde los estados, desde los municipios, y desde lo nacional en configurar demandas que terminen en políticas de estado que reconozcan y garanticen la situación de millones de trabajadores que realizan trabajos por fuera de los circuitos formales de la economía.

Asimismo, cada día resulta más patente la necesidad de promover y acompañar a los movimientos en los territorios que pueden conformarse formalmente como cooperativas, o alguna de las otras formas específicas, ya evidenciadas en otra oportunidad, que nos brinda la ley de Economía Social en México.

Al respecto el Nodess Morelos Solidario y Cooperativo cuenta con un equipo de especialistas cuyo objetivo fundamental es precisamente brindar a la población en general, y sobre todo a los grupos ya formalizados o en vías de hacerlo, este tipo de formación que refuerce los conocimientos sobre todo jurídicos y de administración para poder gestionar sus actividades de manera tal que visibilice amplíe mejore sus posibilidades de trabajo.

Una vez acreditadas ante los organismos correspondientes, ya son sujetos de realizar de manera más eficaz su trabajo y de poder ser beneficiadas con fondos públicos o privados.

En todo el territorio de Morelos existen infinidad de iniciativas que trabajan para mejorar la situación económica, cultural y social de las personas, así como grupos de personas que trabajan directamente para reproducir su propia existencia y la de su comunidad.

Es necesario no sólo poner de manifiesto el impacto social y económico que generan estas organizaciones sino además contar con entes como el Instituto Nacional de Economía Social y Solidaria (INAES), lo suficientemente institucionalizado que permita promover y dignificar los trabajos de la economía social y solidaria como formas relevantes para gestar un desarrollo territorial integrador sostenible y sustentable donde los estados locales y regionales tengan un rol central en dicha estrategia.

*Investigador de tiempo completo en el CRIM-UNAM. Coordinador del Grupo de Trabajo Investigación, Capacitación y Difusión del NODESS Morelos solidario y cooperativo.