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Jessica Rivera Hamed

Desde que llegué al departamento sentí un abrazo cálido de las morras que estaban presentes, unas vendiendo y truequeando su arte o producciones artesanales, otras al micrófono leyendo poesía y preparando el ambiente para el show que se avecinaba. A un costado podía verse la manta bordada de la colectiva Las nombramos bordando que no ha cejado en el ejercicio de memoria que mantiene en un gran telar los nombres de las que ya no están.

El arte desbordado de esa noche fue inspirador, Morras Mexas Rifando fue un evento convocado en marzo por la rapera morelense La Niña del Volcán en coordinación con el proyecto Triple Siete y Punto Cero. De la Ciudad de México llegaron a compartir su música Icali Rap, Sofi Kowo, Cihua Coatl y Real Venus; de Morelos participamos La Niña del Volcán, Melífera Kab, Bl Morales y yo.

Antes y durante la música, se proyectaron videos y fotografías de diferentes creadoras como Alejandra Domínguez, Karime Díaz, Lizet Valentina y Mirelli Nápoles. La combinación del trabajo creativo de todas y el ambiente de fiesta, entusiasmo y admiración de unas a otras me envolvió toda la noche y por varios días más.

Pero hoy quiero compartir en especial sobre el canto disidente y anticapitalista de Real Venus quien se describe como rapera lesbiana y no mujer. Cuando tomó el escenario se me enchinó la piel, la fuerza de su canto y la potencia de sus palabras inundaron mi mente de episodios de resistencias propios de Las Venas Abiertas de América Latina, V de Vendetta o de la serie brasileña 3%.

Transfeminismo, porque el binarismo nos arruinó,

no hay nada de sagrado encarcelando cualquier expresión,

resistencia hasta el apagón, hasta el apagón.

Nos han quemado,

a nosotres y a las historias que hemos escrito, que hemos contado,

las lesbianas, brujas, jotos, trans y herejes,

estuvimos siempre

Gritan los versos de Real Venus en Granadas, canción que lanzó hace 10 meses a plataformas digitales junto a Selva Records y Cyfemme, una plataforma de cultura feminista transfronteriza que busca elevar las voces de las mujeres, personas no binarias y otras personas disidentes del heteropatriarcado racista y capitalista. Le apostamos con mucho amor a la creación desconvenido contracultural a la industria musical misógina, racista y clasista describe su canal de YouTube.

Estas palabras resuenan en un momento histórico en que se pretende anular la existencia de la otredad y sujetar la identidad de las personas a un marco teórico para decir que su existencia per sé está mal. La Iglesia y diversos sectores conservadores relacionados a ella lo ha hecho durante siglos, pero es desconcertante encontrar expresiones así en un movimiento que debería ser liberador de opresiones sistémicas como lo es el feminismo. El feminismo es cualquier basta a una sola pluma que quieran arrancarte, a cualquier sueño que insisten en truncar, a cualquier maltrato por diminuto que sea dice Alma Karla Sandoval.

Espero en las siguientes columnas poder compartir sobre cada una de las creadoras que compartieron su magia esperanzadora esa noche, todas acuerpadas en la rebeldía, desmontando mitos y cuidando las unas de las otras desde la ternura radical de morras que quieren derruirlo todo para construirlo de nuevo, con un horizonte amoroso y libre.