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Josué Mesraim Dávila Soto y Gabriela Mendizábal Bermúdez*

El desarrollo de la tecnología impacta, no solo en la producción de bienes y servicios, en la forma de producirlos y acercarlos a los consumidores; sino de forma general en nuestra cotidianidad: lo que consumimos; cómo accedemos a esos bienes y servicios; cómo desarrollamos nuestras actividades diarias: cómo nos relacionamos con otras personas; qué actividades desarrollamos en nuestro tiempo libre y por supuesto la forma y las actividades laborales que realizamos y cómo accedemos a ciertos servicios, obligándonos a desarrollar distintas competencias para no quedarnos fuera de lo que se ha denominado una era digital.

En resumen, la digitalización implica utilizar diversas técnicas con software (programas informáticos que usan las computadoras) para acceder y procesar información en forma de datos digitales, según la definición de la Real Academia Española. Este proceso optimiza trámites y servicios, haciéndolos más rápidos y eficientes.

En materia de seguridad social, los principales seguros sociales en México: IMSS e ISSSTE cuentan -cada uno- con su respectiva herramienta digital, las cuales se nos presentan por medio de una página web o aplicación, y nos permiten acceder a distintos servicios como: agendar citas, gestionar inscripciones, solicitar asignación de número de seguridad social, gestionar certificados de incapacidad, consultar semanas cotizadas, dar de baja o actualizar los datos de los beneficiarios, entre otros.

Si bien lo ya mencionado representa un gran avance y múltiples beneficios para la sociedad, lo cierto es que, en nuestro Estado, seguimos teniendo diversos problemas con la materialización del derecho a la seguridad social puesto que, en primer lugar, según el IMSS solo el 71.9 % de los morelenses cuenta con acceso algún servicio de salud, entre los que se encuentran seguro sociales y programas asistencialistas.

Por otro lado, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) publicada en junio del 2023 el 78.1% de los morelenses son usuarios de Internet; no obstante esto no quiere decir que sepan emplear las herramientas digitales a su disposición, debido a que la gran mayoría de los encuestados a nivel nacional advirtió que sus habilidades se ven limitadas a la comunicación, uso de redes sociales, entretenimiento, por lo que solo el 39.1% utiliza el internet para interactuar con organismos gubernamentales.

Ante este panorama la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) señala diferentes áreas prioritarias en las cuales el derecho a la seguridad social debe de adecuarse para continuar siendo vigente en esta era digital, las cuales son:

En primer lugar, que las nuevas formas de trabajo surgidas con el uso de las tecnologías (trabajos digitales) no pueden dejar en incertidumbre a los trabajadores, por lo que no importando la denominación que reciban, el Estado debe garantizar mecanismos y normas que les permitan una vinculación con los seguros sociales, al igual que los empleadores digitales deben de cubrir las cuotas proporcionales a la relación laboral.

En segundo lugar, el derecho a la seguridad social debe ser considerado como uno de los pilares para lograr el equilibrio social, por lo que debe ser flexible, adecuándose a los distintos grados de vulnerabilidad que pudiesen sufrir las personas derivado de diversos factores: económicos, sociales, geográficos, culturales, naturales y tecnológicos.

Como último punto, el Estado debe de pugnar por el desarrollo del capital humano, es decir, que las personas deben recibir capacitación constante para el uso adecuado de las herramientas tecnológicas a su alcance, además de que el derecho a la seguridad social debe ser portable, es decir, que pueda interpolarse en distintos sistemas jurídicos del mundo.

Lo anterior nos advierte la importancia de fomentar la educación tanto en términos y alcances del derecho a la seguridad social, así como en el uso de herramientas digitales aprovechando en su totalidad los beneficios que estos confieren.

*Profesor y profesora-investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.