Bien bélicos II. Escudos de popó y explosiones gástricas
Allá por 2017, un chimpancé del zoológico John Ball de Michigan se hizo famoso por lanzarle sus heces a una anciana, atinándole justo en la cara. El video sigue por ahí en Youtube y cuando se hizo viral, generó noticias sobre este comportamiento, que a decir de Ronnie Steinitz, estudiante de doctorado en el programa de Ciencias Antropológicas Integrativas en la Universidad de California, es un comportamiento que ocurre en el cautiverio. Explica que cuando estos primates conviven en entornos de zoológico, especialmente cuando son observados por grupos de personas, pueden sentirse irritados o frustrados, lo que puede motivarlos a transmitir ese sentimiento a quienes los observan y como por lo general no hay objetos para lanzar (rocas, ramas), lo único que suelen tener a la mano son sus excrementos. Justo en el video se ve cómo los asistentes se ríen del chimpancé y él comienza a lanzarles caca.
Ya no en cautiverio sino en vida libre hay animales que usan sus heces para defenderse, aunque no necesariamente los lancen. Durante las fases previas a la adultez, varias especies de los llamados escarabajos tortuga utilizan su materia fecal para crear una especie de barrera que las proteja, lo que se conoce como “escudo fecal”. Las estructuras, formas y patrones de construcción de estos escudos son muy diversas, van desde filamentos que salen de la parte final del cuerpo de la larva, estructuras tipo “mochila” que se sitúan en la espalda de las orugas, hasta estructuras piramidales que cubren casi todo el cuerpo. En la construcción de los escudos fecales no usan las mandíbulas, sino el ano. A diferencia de otras especies, cuyo ano es simplemente un poro, el ano de los escarabajos que construyen escudos fecales es único: tiene una apertura sub-terminal, es musculoso, extensible y muy maniobrable. En 2023, Caroline Simmrita Chaboo y colaboradores publicaron un artículo en la revista Zookeys sobre la arquitectura, construcción, retención y reparación de escudos fecales en tres tribus de escarabajos tortuga (Cassidini, Mesomphaliini, Spilophorini). En él explican e ilustran una gran diversidad de escudos fecales, y mencionan que aún no están claros los mecanismos musculares utilizados por las larvas para mover el escudo.
Puede que parezca extraño que estas larvas se construyan un escudo con su popó, aunque más por el material que por el acto en sí de construirse una defensa, algo que es bastante frecuente entre insectos. Por ejemplo, algunas orugas de lepidópteros construyen una estructura encima de ellos formada por troncos, otras usan restos orgánicos como pétalos; mientras que algunas chinches llegan, cadáveres de otros insectos y algunos escarabajos se colocan líquenes en la espalda, por mencionar algunos ejemplos.
Concluyo mencionando rápidamente a las hormigas del género Colobopsis. Estos insectos del son originarios del sureste asiático (Borneo, Tailandia, Malasia, etc.) y su característica particular es que explotan. No son como los escarabajos bombarderos que tienen una combustión en el abdomen y la lanzan, estas hormigas literalmente se explotan como defensa. Las especies que hacen esto tienen unas glándulas hipertrofiadas en la mandíbula y durante el combate territorial o bajo ataque, estas hormigas lo bombean rompiendo su gáster (la parte final o “colita” de las hormigas); esto libera los contenidos pegajosos e irritantes de las glándulas mandibulares para repeler e incluso matar sus atacantes.
¿Mueren luego de explotarse? Claro, pero ese “sacrificio” tiene sentido si pensamos que lo más importante para las hormigas no es el individuo, sino la colonia. Su muerte explosiva es por un bien mayor, que la trasciende como individuo.
*Comunicador de ciencia. Instagram: @Cacturante
Imágenes: Caroline Simmrita Chaboo et al.: Construction behavior in Cassidinae beetles. ZooKeys 1177: 87–146 (2023), DOI