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Facebook y las plantas carnívoras: nuevas especies, nuevas herramientas 

 

Gabriel Millán*

Twitter: @Desertius

 

Las plantas carnívoras nos maravillan. La idea de una planta predadora de insectos es simplemente fascinante, tanto así que las plantas carnívoras han estado presentes desde la ciencia hasta el cine, la literatura, las caricaturas y los videojuegos. Por ejemplo, las plantas carnívoras saliendo de tuberías verdes en Mario bros y laplanta que canta en la película La tienda de los horrores (1986) están inspiradas en el género Dionaea, las llamadas “venus atrapamoscas”, mientras que el pokémon Victreebel se basa en el género Nephentes, esas plantas con hojas modificadas en forma de jarros donde los insectos quedan atrapados y son disueltos.

​El interés por las carnívoras no es nuevo, el mismo Charles Darwin las estudió con detenimiento junto con Mary Treat, publicando en 1875 el primer tratado sobre estas plantas, Insectivorous plants. En esta publicación Darwin estudia a profundidad especies de dos de los géneros más llamativos: Drosera y Utricularia. Las primeras capturan a sus plantas con las gotitas pegajosas que tienen sus hojas, en las que los insectos quedan atrapados y son digeridos. Las utricularias, por su lado, suelen vivir en zonas inundadas, así que están especializadas para atrapar insectos acuáticos o diminutos crustáceos; desarrollaron vejigas en las raíces que funcionan como trampas: cuando un insecto o una larva pasa cerca de estas vejigas y toca uno de sus pelillos, la vejiga se abre, succionando a su presa. Para quien tenga curiosidad, recomiendo buscar en Youtube “Bladderwort catching flea in slow motion”, no se van a arrepentir.  

​Ahora bien, ¿en qué se relaciona Facebook con las plantas carnívoras? Esta es la historia: como todo amante de las planas solemos hacer, el 14 de octubre de 2012, el brasileño Reginaldo Vasconcelos publicó en su cuenta de Facebook la foto de una planta carnívora que identificó como una drosera, sin saber la especie. La imagen no pasó desapercibida para Fabiano Pereira, quien en septiembre de 2013 la mostró a los especialistas Fernando Rivadavia, Paulo Minatel y Andreas Fleischmann. Ellos a su vez contactaron a Reginaldo para saber dónde había sido tomada la foto y observar más imágenes. La información fue tan interesante, que menos de tres meses después, los científicos se embarcaron el primer viaje de campo hacia el Pico do Padre Ângelo para explorar y ver con sus propios ojos la planta que solo conocían en imágenes. Luego de otra expedición, el trabajo de análisis, descripción e ilustración, en 2015 se publicó en la revista Phytotaxa el artículo “Drosera magnifica (Droseraceae): the largest New World sundew, discovered on Facebook”, convirtiendo a esta especie no solo en la drosera más grande del nuevo continente, también en la primera planta descubierta a través de Facebook. 

​Como un déjà vu, apenas este año el australiano Daniel Anderson compartió en la página de Facebook de la Sociedad de Flores Silvestres de Australia Occidental las fotos de unas flores que jamás había visto. El post llegó a un estudiante de doctorado de la Universidad de Curtin, quien contactó a Anderson para buscar más información sobre lo que creyó era una nueva especie. No fue así. Sus investigaciones encontraron que la planta ya había sido descubierta en 1850; sin embargo, habían pasado unos 170 sin que nadie la hubiera vuelto a ver, por lo que contar con registros fotográficos actuales era un gran hallazgo. 

Estos dos casos no son los únicos en los que Facebook ha servido para descubrir nuevas especies. En 2016 se describió un saltamontes (Arulenus miae) de Filipinas nunca antes visto, gracias a que el científico croata Josip Skejo viera una foto del insecto publicada por Leif Gabrielsen en el grupo de Facebook “Orthoptera”. 

​En 2020, la australiana Amanda De George posteó, en su página Backyard Zoology, la foto de una araña saltarina azul. Joseph Schubert, un especialista en arañas, le pidió a Amanda capturara una araña y se la enviara a Melburne para su análisis. Tres meses de intentos después, Amanda capturó dos arañas saltarinas y las envió a Schubert para su análisis, quien asegura –de acuerdo con las noticias australianas- que se trata de una especie nueva del género Jotus aún por descubrir. 

​Así que si alguien pasa mucho tiempo tomando fotos de plantas, animales, hongos e insectos para compartirlas en Facebook, en Instagram o en cualquier otra red social, dejémosle en paz; puede ser que esté haciendo historia, que esté siendo parte —sin saberlo— del descubrimiento de una nueva especie para la ciencia. 

 

*Comunicador de ciencia

 

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