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Jaime Chabaud Magnus

En la causa que la Inquisición le siguió a Domingo Angola, aparece como protagonista de la denuncia una mujer, presumiblemente su amante, que dio testimonio para sustentar la acusación de herejía. A Tepoztlán fue llevada en calidad, pues, de testigo y rindió declaración ante Fray Juan Bocardo y Fray Bernardino de Rojas. Por ser de interés histórico, respetamos la ortografía de época del documento que se encuentra en el Archivo General de la Nación:

En la villa de Tepuztlan del estado del Marques del Valle en dose del mes de otubre del año de 1621 a medio dia en punto de las dose ante el muy Reverendo Padre Presentado Fray Bernardino de Rojas, en esta juridision y distrito paresio siendo llamada y juro en forma de desir verdad una muger llamada Lusía, negra casada y esclaba de Gonzalo Casasano vesino de las Amilpas de edad que dixo ser de treinta y dos años pocos mas o menos.

Preguntada si sabe o presume la causa porque a sido llamada dixo que presumía que era para saber della lo que sabía. aserca de las echiserias que hasía un negro llamado Domingo Angola, el qual sabia que era juído de la juridision de Sacatecas y que antes abia sido su amo don Alonso Gaytan vesino de Quauhnabac y que ella estando huyda de su amo se fue a la juridision de Quauhnabac a un pueblo llamado Temimilzingo y fue a topar con él y estubo en su compañía tres meses desde julio pasado deste presente año y en este tiempo muchisimas beses a bido a este dicho negro Domingo ablar con unos palillos o muñecos bestidos como hombre el uno y como muger el otro y los palillos ablaban con el delante de todos, que lo entendiamos y oyamos que ablaban en español y en lengua de Congoy ni mas ni menos baylaban los vayles de las dos nasiones y cantaban en las dos lenguas suso dichas clara y distintamente de suerte que todos lo oyamos y entendiamos y juntamente pedian los dos muñecos de comer y en trayendoles la comida la estaban mirando y de alli a un rato desian sin llegar a ella, ya nosotros emos comido, comed vosotros. Y tanbien quando era tiempo de hurtar desian ea, mirad, que es tiempo de ir a hurtar a tal parte y quando no era tiempo y se lo preguntaban desian agora no es tiempo. Tenia juntamente este moreno Domingo dos culebras launa llebaban quando yban a ser los hurtos y la otra quedaba en casa en guarda de la ropa y de las negras y una bes que me quise juir me echó mano la culebra de un pie y me mordía como se [b]era en esta señal (la qual manifesto y vimos ser junto al carcañal). Y mas dixo este testigo que la otra culebra que llebaban los que yban a hurtar que era del mesmo tamaño que la que se quedaba en casa y del mesmo color de media bara y de dos colores amarillo y negro , y que oya desir a sus conpañeros como los adormesía y enmudesía aunque ella no lo vido porque las morenas no yban a los hurtos y todas estas cosas las vieron y oyeron todas las personas que con él estabamos que eran muchas aunque diga que no las conose si no es de vista y que siempre que las biere y encontrare les abisará den notisia de todo esto y si no quisieren los presentará a la justisia. Y que esta es la verdad por el juramento que tiene echo y siendole leydo dixo estaba bien escrito y que no lo dise por odio. Prometio el secreto y por no saber escribir lo firmó por ella el dicho Padre Comissario [una rúbrica].

 

​¿Hubo más denunciantes o testigos contra Domingo Angola? Lo compartiremos en una tercera entrega. Continuará…

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