loader image
  • El covid, en camino de dejar de ser pandemia

Ante la alta peligrosidad por el uso y distribución del fentanilo en actividades ilícitas, que representa un problema de salud pública, la Secretaría de Salud federal avanza en las investigaciones para encontrar sustitutos que cumplan su misma función, al ser un elemento que se utiliza también dentro del núcleo médico.

De visita en Morelos, el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, explicó que este medicamento es un derivado sintético de la morfina que tiene un uso dual, principalmente utilizado por los galenos por sus acciones de analgesia y anestesia; sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, “fiel a su tradición de anticiparse a los hechos, nos ha planteado la necesidad de hacer un análisis técnico, cuidadoso y preciso con una dimensión social sobre cuáles podrían ser las posibilidades de restringir su uso”.

“Como se sabe está representando un grave problema de salud pública en términos de adicciones a nivel poblacional. Estados Unidos probablemente es uno de los países que tiene la mayor carga de este problema y en México existe un potencial riesgo de convertirse en un problema epidémico, que de momento no lo es, pero nos estamos anticipando”, expresó.

La perspectiva de un medicamento que tiene uso dual, porque se usa para fines lícitos y también con fines médicos en particular para evitar dolores agudos o durante las operaciones quirúrgicas, tiene un potencial adictivo “grande”, por sus características fármaco-químicas y se vuelve un problema en materia de tráfico y consumo de estupefacientes ilegales.

“Esto da algunos problemas, pero también oportunidades y el presidente Andrés Manuel López Obrador se plantea cuáles podrían ser las posibilidades de restringir el uso de fentanilo para buscar sustitutos. Medicamentos que pudieran tener los mismos efectos positivos, pero que no tengan este riesgo tan grande de convertirse en un problema de adicciones. El problema es complejo no sólo de salud sino de la vida pública”, dijo.

Al asegurar que para revertir la problemática se necesitan decisiones firmes, pero además visionarias, las autoridades buscan “no quedarnos en lo básico, sino pensar más allá y eso es lo que México está hoy planteando frente a esta epidemia, tener un pensamiento mucho más anticipatorio de lo que es convencional y se hace ya en políticas públicas de drogas en otros lugares del mundo”.

Sobre el COVID

Luego de que la OMS ha referido que en 2023 podría darse por terminada la pandemia, López-Gatell Ramírez refirió que las pandemias por enfermedades infecciosas no tienen “un final puntual; no es que un día uno se despierte y ya no hay pandemia. Lo que hay es una transición del estado emergente hacia un estado de endemia, es decir, la persistencia del agente infeccioso posiblemente por todo el resto de la existencia de la humanidad, pero con un cambio muy radical respecto a su capacidad de hacer daño, a partir de que logramos una amplia cobertura vacunal en toda la población mexicana -por arriba del 90 por ciento para poblaciones adultas- tenemos un cambio en el que el COVID ya no causa una enfermedad grave en su mayoría y se vuelve una enfermedad aceptable en términos de un daño mínimo que puede causarnos a todas las poblaciones del mundo año con año”, concluyó.