*En el 2022 se registraron más de 120 mil homicidios; aumentaron, considerablemente los delitos contra las mujeres y niñas, entre otros.
ANGÉLICA ESTRADA
En los últimos años, ha existido una dispersión de las organizaciones delictivas que operan en el país; la falta de una estrategia más puntual para la contención de los delitos de alto impacto, ha sido una de las consecuencias que se padecen en los distintos sectores de la sociedad.
De acuerdo con información revelada por la doctora Eunice Rendón, experta en seguridad pública, quienes integran las células delictivas han innovado sus formas de operar; “un claro ejemplo es el delito de extorsión, pues hoy no solo empresarios se ven afectados, sino que el delito ha llegado a cometerse contra productores del campo; aguacateros, ganaderos y pescadores de zonas naturales protegidas son obligados a vender sus productos al precio que los delincuentes fijan, y así poder legalizar sus negocios”, dijo.
La especialista refirió que la eliminación de recursos para el fortalecimiento de policías municipales, lo que era el FORTASEG, impacta de forma negativa en el combate a la delincuencia, pues los elementos no cuentan con las debidas formaciones, equipamiento y profesionalización para un mejor desempeño.
“La prevención social de la violencia y el delito han estado desatendidos a pesar de estar presentes en el discurso, pues no hay recursos viables, visibles y estrategias claras para atender esa parte. No alcanza solo con policías, control y reacción”, señaló.
El 95 por ciento de los delitos que se cometen en México son del fuero común, esto parecería que cualquier estrategia de seguridad efectiva priorice esa parte. Al inicio de este sexenio se hablaba del Modelo Nacional Policía y Justicia Cívica para fortalecer a los policías locales, pero no se realizó”, agregó Eunice Rendón.
En el caso de los feminicidios, dijo que es un delito prevenible, la mayoría de estos delitos tienen antecedentes. Hay denuncias puestas por estas mujeres y debido a eso las políticas deben adaptarse a esta prevención, y no solo a la reacción cuando sucede.
Pero es la falta de acciones contundentes lo que impide atender y resolver un problema que por años ha flagelado a los ciudadanos, permitiendo que cárteles operen sin ninguna consecuencia y que incluso, cada día “manejen a su antojo” a todo un país.