Este sábado 27 de abril, La Tallera abrió sus puertas al público en general para dar la bienvenida a la exposición AIRE del artista cubano Gustavo Pérez Monzón. La exhibición ofrece varias obras con creaciones gráficas efímeras especialmente diseñadas para esta ocasión, obras de gran formato y textiles abstractos.
Gustavo Pérez Monzón, el artista responsable de esta muestra, nació en Cuba en 1956 y fundó el área de Artes Visuales del Centro Morelense de las Artes (CMA), en Cuernavaca, ciudad donde radica desde 1990 tras dejar su país natal. Esta exhibición está entre las primeras cuatro que Pérez Monzón lleva a cabo luego de retomar su producción artística hacia 2013.
En entrevista para La Jornada Morelos, Gustavo Pérez Monzón nos comparte detalles sobre la exposición. En esta propuesta buscó destacar los puntos de contacto entre lo que considera su obra personal y el espacio de David Alfaro Siqueiros, que, al haber sido su taller personal, tiene un peso histórico significativo. Sin embargo, en sus palabras, “lograr puntos de contacto no implica que haya una influencia directa o que esté replicando la obra de Siqueiros, ya que eso sería un error. Estoy realizando un trabajo que considero importante y, de alguna manera, estableciendo vínculos con un espacio predeterminado”, enfatiza Pérez Monzón.
En cuanto al nombre de la exposición, explicó que AIRE pretende evocar una sensación de ligereza y movimiento en los visitantes. Además, el aire representa el espacio donde se desarrollan casi todas las emociones, cuentos y personajes ficticios. “Mi objetivo es que la exposición tenga espacio, respire, sea ligera y fluya”, expresa.
Respecto a su trabajo personal, destacó su interés por la cultura visual desarrollada a partir de conocimientos espirituales. “Muchos artistas modernistas como Kandinsky, han tenido una intención de expresar la emocionalidad, conceptos abstractos y conceptos intangibles. Mi intención no es ofrecer una explicación directa, ni un concepto específico, ni una filosofía en particular. Sino más bien representarlos desde mi perspectiva y mi interés”, explica.
Uno de los elementos recurrentes en su obra son las figuras geométricas, las cuales tienen un papel central en esta exposición. “La geometría es un lenguaje que ha sido utilizado desde tiempos antiguos para representar conceptos abstractos, para demostrar que lo intangible también tiene una forma”, expone. Estas figuras no solo representan formas físicas, sino que también expresan conceptos abstractos; por ejemplo, el círculo simboliza la totalidad, mientras que los triángulos sugieren una base con una proyección hacia arriba, hacia el cielo. Este último es especialmente relevante en la iconografía religiosa del Renacimiento, donde la Virgen María y otras figuras suelen estar representadas en una composición triangular, lo que refleja la aspiración hacia un plano espiritual más elevado.
Algunas obras de esta exposición hacen alusión explícita a la forma triangular. Humo, una intervención presente en el suelo del taller recibe su nombre debido a que el humo se percibe como un elemento que se desplaza y direcciona. “Creo que, al entrar aquí, el espectador puede dejarse llevar de manera sutil”, comenta Pérez Monzón. Esta pieza puede servir como guía para los visitantes a medida que recorren la sala, conduciéndolos hacia dos obras principales: un mural efímero, creado específicamente para esta exposición, y las piezas textiles Río Lleno y Río Verde. Las tres obras son de gran formato y fueron elaboradas por Gustavo Pérez Monzón en colaboración con otros artistas.
Respecto a la colaboración con otros artistas, Pérez Monzón resalta que esta práctica no solo es común en el arte desde tiempos remotos, sino también esencial. En esta exposición, el mural ha sido creado por artistas locales como Pavel Mora, Jaime Colín Cruz y Luis Urrea. Por otro lado, las piezas textiles exhibidas han sido elaboradas por profesionales en la creación textil, como Isaac Vásquez Gutiérrez, proveniente de lugares como Teotitlán del Valle en Oaxaca. “La autoría no se limita a tener la mano presente en cada paso del proceso”, aclara.
Desde su rol como educador en el arte, Pérez Monzón subraya la importancia de que las personas comprendan sus raíces y la tradición a la que pertenecen. Por ello, ha dedicado esfuerzos a acercar a la gente al arte tradicional tanto en su labor como docente como en su faceta como artista en busca de fomentar su apreciación. Destaca que se siente inspirado como artista a producir obras que resuenan con esta temática y dirección. “De ahí en estos textiles realizados en Oaxaca, en Teotitlán del Valle por expertos que vienen de esta tradición”, agrega.
El artista cubano expresó su gratitud hacia La Tallera por la invitación y hacia todas las personas que han contribuido a hacer posible esta exposición. Comentó que presentar una exposición implica exponerse al escrutinio del público, lo cual resulta satisfactorio, pero también aterrador. “Construir una exposición y luego enfrentarse al público es algo impredecible. No hay certezas. Crear una obra no implica trabajar en un espacio seguro; es enfrentar lo desconocido y ver qué sucede”, refiere.
Por ello, Pérez Monzón invita a todos los residentes de Morelos a la inauguración de la exposición, que se llevará a cabo este sábado 27 de abril a las 12:00 de la tarde en la sala principal de La Tallera. El costo del boleto de acceso es de $45 pesos. Sin embargo, la entrada es gratuita para estudiantes, docentes y adultos mayores con credencial vigente. Además, los domingos la entrada es libre para todas las personas. La exposición estará disponible en el museo hasta el 18 de agosto. En palabras del artista cubano, “el propósito central de todo esto es abrir las puertas y establecer un diálogo entre el espacio artístico y la comunidad de Cuernavaca”.
