Viviana Gutiérrez
Samadhi Aguilar Rocha, profesora investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación en Humanidades (CIIHu) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), resaltó que si bien la tecnología ofrece amplias facilidades, también nos expone al riesgo de deshumanización.
La investigadora explicó que a lo largo de la historia del pensamiento, varios filósofos han advertido sobre las dos caras de la técnica y la tecnología.
“En cada sociedad, ambas transforman las relaciones sociales, con un trabajo cada vez más precario y una creciente desigualdad social, dividiendo a las personas entre aquellos que tienen acceso a la tecnología y aquellos que no”, comentó Samadhi Aguilar.
Agregó que la preeminencia de la tecnología le otorga posibilidades ilimitadas, aunque también puede resultar amenazante para el medio ambiente y la vida. “Pareciera que no sigue reglas y normas, excepto las ventajas globales impuestas por las grandes corporaciones”, añadió.
Aguilar expresó que no se puede comprender la realidad sin tener en cuenta la tecnología, lo que abre diferentes vertientes para la reflexión filosófica. “El mundo cambia constantemente y moldea nuestra forma de pensar y comprenderlo”, afirmó.
Además, explicó la importancia de considerar el concepto de tecnología tal como lo plantea el filósofo chino Yuk Hui, con las denominadas “tecno diversidades”, que nos llevan a reflexionar sobre tecnologías locales y regionales, aquellas que responden a nuestros contextos más cercanos y las que se encuentran más allá del pensamiento occidental.
La investigadora recordó que en el libro “El pensamiento sobre la técnica en México” se recopilan los trabajos de pensadores como Octavio Paz, Emilio Uranga, José Gaos, José Revueltas, Ramón López Velarde y Juan Luis Vives, entre otros, que abordan el tema de la tecnología y sirven como punto de partida para analizar qué es lo mexicano y qué es el mestizaje.
Asimismo, recordó que la tecnología fue establecida por los filósofos René Descartes y Francis Bacon, quienes buscaban formas lógicas y racionales de obtener beneficios de la naturaleza, durante el auge de las ciencias experimentales en Europa en los siglos XVI y XVII.
Victoria Valtierra Ruvalcaba / cuartoscuro.com