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Otto Alberto Pérez

Visiblemente nervioso, con su corbata guinda y una imagen institucional que comparten muchos en el Gobierno Federal, el gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco Bravo rindió su cuarto informe en la Plaza de Armas de la capital ocupada en su mayoría por funcionarios estatales, municipales, maestros, transportistas y algunas familias.

Con música de Martin Urrieta de fondo proveniente de los establecimientos cercanos los cuales no bajaron el volumen durante el mensaje, la Plaza se ocupó lentamente y el gobernador de voz, en un inicio titubeante, sin dar la bienvenida a los asistentes, que esperaron por más de 1 hora su arribo a la Plaza, inició su brevísima lectura de informe, aderezada con largos y monótonos pero muy bien producidos videos.

La Plaza de Armas nunca permaneció en silencio, murmurante, mientras Cuauhtémoc Blanco expresaba que en Morelos la paz, el respeto y la atención a las víctimas del crimen son prioridad, aunque su templete bloqueara la visibilidad al muro en conmemoración de los desaparecidos en el estado, para, momentos después, proceder a proyectar el primero de los videos donde presumió sus logros.

Al iniciar la proyección, Cuauhtémoc Blanco se quedó parado, mirando al frente, por lo que tuvieron que avisarle que podía sentarse junto con los ciudadanos que conformaban el presídium. 

Al concluir ese video, se puso de pie para anunciar la conclusión de la ampliación de la autopista ‘La Pera Cuautla’ a lo que dijo “Gracias al presidente de la República, aunque le duela a un diputado” (en alusión al diputado local Agustín Alonso Gutiérrez, representante de 12 avo. Distrito).

De nueva cuenta, Cuauhtémoc Blanco arremetió contra el Congreso local y dijo que aunque les duela su relación cercana con AMLO, pudo gestionar la iluminación del paso express; en ese momento llamó la atención el arribo de Eleacin Salgado, director del IEBEM, quien intentó sentarse en los primeros lugares frente al gobernador, pero no pudo y se tuvo que conformar con un lugar a 20 filas del presídium.

La gente, visiblemente cansada, escuchó cómo Cuauhtémoc Blanco manifestaba que el, gobierna sin colores ni sabores, pero, insistió en que los diputados no quieren trabajar para todos; algún sector de los presentes comenzó a retirarse, aunque el Gobernador no había acabado su presentación. 

Cada vez que el gobernador mencionaba un logro de una dependencia gubernamental especifica, un grupo determinado se levantaba a ovacionar, con lo que demostraba su pertenencia a algún sector.

Con voz entrecortada, lágrimas en los ojos y las palabras “tengo una deuda enorme con ustedes, desde que fui presidente municipal, vengo desde abajo y nadie lo puede negar, estoy a muerte con estos cinco diputados aquí presentes” (Ariadna Barrera, Arturo Pérez Flores, Mirna Zavala, Edy Margarita Soriano y Ericka Hernández Gordillo) y concluyó su informe, “el del último año” según el conductor del IMRT cuando iniciaba la trasmisión. 

Al término del evento, el maestro de ceremonias agradecieron la presencia del rector de la UAEM, Gustavo Urquiza Beltrán y del magistrado Luis Jorge Gamboa Olea, presidente del Poder Judicial del Estado de Morelos.

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