- La imagen de San Antonio de Padua había sido robada desde hace más de 20 años en Jiutepec
La Diócesis de Cuernavaca informó que ante el incremento de los robos en el estado han instruido a las iglesias y templos sagrados la colocación de cámaras de seguridad y alarmas.
En entrevista, el vicario de la diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera anunció que esta medida reforzará la seguridad de los feligreses y de la imagen de la recién llegada imagen San Antonio de Padua en la parroquia de San Pedro Apóstol en Jiutepec, la cual fue sustraída en años anteriores.
“Debemos de tener mucho cuidado porque el arte sacro ha sido sustraído todo el tiempo, es un mercado ilícito, lo valioso que puede ser artístico y antiguo pero sobretodo se meten con la fe de la gente”, dijo.
Agregó que en los últimos tres años han registrado dos robos de arte sacro, uno en Santa Catarina y otro más en Oacalco, situación que se puede ver disminuida con la instalación de video vigilancia.
“En ocasiones hemos encontrado muchas piezas tiradas como el Sagrario y muchas más, por lo que instruimos a la colocación de cámaras de vigilancia y alarmas de seguridad para evitar que sean sustraídas las piezas con gran valor y evitar que caigan en el mercado negro”, exclamó.
Robo de arte sacro en México
En los últimos 10 años se han registrado cerca de 200 denuncias en México, se desconocen las ganancias debido a que este delito no es reportado o es clasificado por las autoridades en campos incorrectos, afirmó Javier Martínez Burgos, académico de la Facultad de Arquitectura (FA).
Esta práctica ilegal inició en los años 90 para financiar al narcotráfico, y hasta el presente las denuncias por venta de arte sacro son mínimas. “No hay datos reales”, lamentó el también perito de monumentos históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En 2009 la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) informó que el comercio ilegal de estas piezas en América Latina ascendía a 20 millones de dólares mensuales.