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Luego de que el Congreso local aprobó prohibir las terapias de conversión con una sanción de dos a cinco años de prisión para quien promueva, efectúe o las practique, Morelos se convirtió en el estado número 18 en castigar este tipo de prácticas, por lo que activistas hicieron un llamado a la población a denunciar para evitar ser cómplices, una vez que se publique de manera oficial; omisión que mantiene detenidas las sanciones.

Al respecto, Isidro Añorve, del Colectivo Equidad y Participación Ciudadana A.C., relató que es común que se realicen sin ningún tipo de consecuencias, siendo los propios familiares quienes las incitan. Cuernavaca, Jiutepec y Tetecala son los municipios en donde más se han detectado estos lugares ilícitos, que muchas veces, afirmó, son promovidos por instituciones religiosas.

“Cuando parte de la comunidad de la diversidad empieza a hacer estas denuncias públicas, antes eran a través de las redes sociales; ahora ya se podrá ir a la Fiscalía a interponer las denuncias penales. Cuando son descubiertos lo que hacen es que las cambian de lugares y de nombre, desaparecen de ese lugar para cambiarse hacia otro y lamentablemente las instituciones religiosas son las principales que promueven estas prácticas de conversión de la orientación y de la identidad de género de las personas diversas entonces es un gran logro”, señaló.

Por este motivo, confió que en breve el Gobierno del Estado publique la reforma en el Periódico Oficial para que sea oficial, toda vez que hasta el momento no existe una estadística de cuántas personas han sufrido este tipo de violaciones a sus derechos humanos, por lo que a través de las denuncias de podrá tener un panorama más completo de esta problemática para la comunidad LGBTTIQ+.

“Son importantes las denuncias porque eso nos dará una estadística y le pondremos nombre y lugar a quiénes hagan estas prácticas de terapias de conversión. Hay que recordar que en su mayoría no tienen licencia, son lugares clandestinos que los hacen pasar por estas granjas de retiro o estos monasterios en donde las personas van a un retiro espiritual que en sí no requieren como tal una licencia o un permiso por parte de los gobiernos municipales”, comentó.

En este sentido, recordó que Morelos, especialmente, es un estado donde hay “muchas” haciendas y quintas que se rentan al mes o por fin de semana. Desde el 2015 se han detectado tan solo en Cuernavaca 10 lugares que, incluso, hasta distribuían publicidad al respecto; la pena se incrementa cuando estas prácticas sean hechas contra grupos vulnerables como alguna persona con discapacidad, indígena o afrodescendiente, entre otros.

“Estas prácticas son denigrantes, inhumanas porque va desde violaciones correctivas con electroshocks, terapia de choques eléctricos en los genitales, esta parte de una psicología de que te ponen imágenes violentas cuando tu pienses en una persona del mismo sexo o que cada vez que una persona hombre tenga una erección viendo una imagen sexuada le dan un electroshock, que principalmente tenemos registro en la zona metropolitana. Además, esto necesita llegar a la zona sur u oriente porque también hemos tenido algunos casos de personas jóvenes de entre 18 a 32 años que han tenido una práctica de conversión en el municipio de Tetecala, Coatlán del Río y Miacatlán”, puntualizó.