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La zona natural protegida conocida como “Bosque de Agua” -que incluye el corredor biológico Chichinautzin y cruza por la Ciudad de México, Estado de México y Morelos- “está en riesgo y con ello las reservas de agua podrían desaparecer debido a la expansión urbana y tala clandestina e inmoderada que avanza bajo la omisión de autoridades estatales y federales”, alertaron pobladores de comunidades indígenas, académicos y ambientalistas.

En conferencia de prensa en la Ciudad de México, los activistas integrados en la “Iniciativa Bosque de Agua” encabezados por Beatriz Padilla Martínez, Martha Carmona Reynoso, Fernando Jaramillo Monroy y Flora Guerrero Garro, alertaron que las ciudades de México, Toluca, Cuernavaca y Cuautla podrían quedarse sin su bosque que representa los principales pulmones para sus ecosistemas y que provee de agua a más de 25 millones de personas.

Lo anterior, debido al “asedio desde todos los flancos que busca arrebatar el territorio” que implica expansión urbana descontrolada, tala clandestina e inmoderada, la presencia de taladores organizados con redes de explotación y distribución de madera amparadas por autoridades omisas”, explicaron.

A lo anterior se suman los incendios provocados para abrir tierras a la urbanización y la actividad agropecuaria, extracción de tierra negra y de hoja para jardines urbanos, venta ilegal de terrenos, apropiación de los territorios por grupos de delincuencia organizada y/o por promoventes de cambios de uso de suelo.

Otra forma en la que se ha agudizado la devastación de los bosques es “violentando a defensores de su territorio, además de las prácticas que atentan contra los derechos de los pueblos originarios y contra los derechos humanos al agua y a un ambiente sano”.

En este contexto, acusaron a Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México, quién impulsa el Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT), que, junto a la regularización de zonas invadidas y asentamientos irregulares, incluye una mayor extensión en áreas que aún no están invadidas, lo que pone en riesgo irreversible 30 mil hectáreas con la pretensión del cambio de uso de suelo de conservación a rural, “lo que representa un ecocidio”.

“El Plan de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México va en contra de nuestra propia vida; Claudia (Sheinbaum) y su gobierno son totalmente ecocidas, recuperemos nuestra voz y todos nuestros bienes naturales”.

Detallaron que lo mismo ocurre en Morelos y Estado de México donde los gobernadores en turno, Cuauhtémoc Blanco y Alfredo del Mazo Maza, a pesar de haber sido alertados sobre las distintas acciones delictivas que están devastando el Bosque de Agua han asumido una postura de omisión y han cerrado las puertas a las y los ambientalistas que se han acercado para, de manera conjunta, accionar una estrategia para salvar las zonas naturales protegidas.

Ante esta situación, lanzaron un llamado a los pueblos, comunidades y delegaciones a sumarse en defensa del Bosque de Agua: “si no lo hacemos ahora, si no lo hacemos nosotros nos vamos a quedar sin territorio, sin bosque y sin agua para nuestros hijos y nietos”, advirtió un ejidatario de la Ciudad de México.

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