• En 20 años han ocurrido mil 286 feminicidios en Morelos, más de 90 en los que va del año.
• En el país son asesinadas 10 mujeres diariamente.
Autoridades de todos los niveles ignoran el origen y el objetivo de la conmemoración del 25 de noviembre y simulan preocuparse por la grave situación por la que atraviesa Morelos, se suben a la ola naranja con eventos para la foto y se olvidan de garantizar acciones que frenen las violencias y los feminicidios que van en aumento, reprochan feministas y activistas.
Hoy viernes arranca la campaña de 16 días de activismo para combatir la violencia contra las mujeres y niñas, jornada instituida por la ONU desde 1999, cuando el 25 de noviembre fue declarado como el Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer. No obstante, en Latinoamérica, esta misma fecha se conmemora desde 1981 en honor a las hermanas Mirabal, dominicanas que fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960, por orden del dictador Rafael Trujillo, del que eran opositoras.
“El asunto con el 25 de noviembre es que pareciera que muchas autoridades no entienden cuál es su papel ante las violencias contra las mujeres y, de repente, se suman a este tipo de eventos, ¡incluso a las protestas que provienen desde la sociedad civil para exigirles a las autoridades que hagan algo!”, comenta Adriana Mújica, integrante de la Asociación Civil Género 33 y ex directora del Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos (IMEM).
Agrega: “entonces, pues se ponen la camiseta naranja o hacen un forito para la foto o cuestiones de ese estilo, en lugar de hacer lo que sí tienen que hacer. Por ejemplo en lo relacionado a la Alerta de Violencia de Género, porque a fin de cuentas, no han entendido que el combate a la violencia a la mujer les corresponde a todas las autoridades, no a una sola dependencia. La mayoría de las autoridades dan por hecho que el Instituto de la Mujer es la única dependencia obligada”.
Misma postura comparte María Trinidad Gutiérrez, del Programa Interdisciplinario de Investigación Acción Feminista: “yo creo que algunas personas políticas no saben de qué se trata este día, que los 16 días de activismo que culminan con el 10 de diciembre, representan una temporada para el activismo social; obviamente, no es un asunto de los moñitos naranjas. Hay quienes ahora dicen que el moño debe usarse todo el mes, pero no, no se trata del moño, se trata de acciones, se trata de reflexiones desde todos los órdenes de gobierno y en todos los niveles”.
“En Morelos -añade- es necesario que el Sistema Estatal de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres dé resultados, que presente evidencias de los avances alcanzados, que informe qué acciones en cada una de esas áreas han sido útiles porque, si no, parecería que el presupuesto se ha gastado en balde, tenemos un presupuesto que debería ser observado por la ciudadanía, tenemos la necesidad de verificar resultados, pero hay total opacidad”.
Por el contrario, de acuerdo con las activistas, hay un ocultamiento de información de manera sistemática “no vemos las estadísticas reales del número de feminicidios, tampoco estadísticas reales sobre detenciones y posteriores sentencias”.
Mientras usan moños naranjas y se toman fotos, los feminicidios van en aumento
Por los altos índices de violencia contra las mujeres y por el número de feminicidios -concretamente 530, que se lograron documentar del 2000 al 2013-, en agosto del 2015, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) emitió la Alerta de Violencia de Género (AVG) en ocho municipios de Morelos: Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec. Y se emitieron 15 recomendaciones dirigidas a autoridades y dependencias de los tres Poderes, Ayuntamientos y al Instituto para la Mujer del Estado de Morelos, órgano descentralizado.
Sin embargo, de acuerdo a un informe emitido por la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH), organización promovente de la AVG, en 20 años se han perpetrado en el estado mil 286 feminicidios, de ellos 637 en los siete años que lleva activa la AVG.
Y este 2022 podría convertirse en el año más violento para las mujeres debido a que, de enero a octubre, ya se han documentado 90 feminicidios y la violencia institucional se agudiza: en muchos casos se intenta matizar la situación criminalizando a las propias mujeres víctimas de feminicidio, aseverado que fueron asesinatos relacionados con la delincuencia organizada.
La CIDH ha dado seguimiento a las acciones realizadas por los entes obligados a velar por las mujeres como la Secretaría de Seguridad Pública, la Secretaría de Salud, el Instituto para la Mujer, la Secretaría de Educación, el Instituto Morelense de Radio y Televisión, el Tribunal Superior de Justicia, el Congreso y la Fiscalía General, dependencia, ésta última, que reportó el gasto de 8 millones 806 mil 974 pesos para la creación de una Unidad para el análisis y evaluación de las labores de investigación y proceso de los delitos de género, entre ellos, el protocolo de actuación con perspectiva de género para investigación del delito de feminicidio. Esta Unidad del FGEM, con una nómina de $810,000.00, no ha sido suficiente para que la Fiscalía pueda informar a la CIDHM ni siquiera por los 530 feminicidios presentados desde 2015, cuando se solicitó la Alerta de Violencia de Género.
Falla del Estado en prevención y de justicia, se traduce en impunidad
Por sus resultados, la Fiscalía de Morelos y la Comisión de Seguridad, han dejado mucho que desear, sostiene Andrea Acevedo García, representante de la Colectiva Divulgadoras, que en lo que va del año ha documentado 93 feminicidios, “las cifras de feminicidio en Morelos solo se han incrementado, nos parece que son cifras bastante alarmantes que nos indican que se tiene que hacer una pausa y una reflexión desde la sociedad civil y desde el Estado para revisar qué se está haciendo bien y qué no está funcionando. El que la cifra de asesinatos contra mujeres siga aumentando, nos indica que algo no está funcionando”.
Indicó que un factor que ha generado el incremento de las violencias es que “no tenemos acceso a la justicia porque hay impunidad, por ejemplo ¿de qué nos sirve una Ley , si hay feminicidas que están impunemente sueltos. Hay casos muy recientes como el caso de Melanie Huitzilac, por el que hay una orden de aprehensión contra el presunto feminicida, pero no se ha logrado cumplimentar y el sospechoso sigue libre”.
Además, dice la joven activista, “de qué nos sirve que haya penas tan grandes, si en las cárceles no hay realmente programas de reinserción y de reeducación para los feminicidas”.
Subrayó: “Es muy penoso que pasen y pasen administraciones, que pasen y pasen fiscales y que el resultado siga siendo el mismo: a las mujeres las siguen matando y cada vez son más”.
En el año 2000 según cifras del INEGI a nivel nacional asesinaban diariamente una de cada nueve mujeres. En la actualidad se calcula que son asesinadas 10 mujeres diariamente.