En una plaza pública con accesos férreamente controlados, Cuauhtémoc Blanco Bravo rindió el mensaje de su último informe como gobernador de Morelos. El documento con los avances de la administración había sido entregado por la mañana al Congreso del estado, por lo que, durante la tarde, el mandatario sólo ofreció un mensaje con discurso y videos para alrededor de un millar de invitados especiales en la Plaza de Armas de Cuernavaca.
En el último informe, el gobernador fue arropado por miembros de su gabinete, diputados y alcaldes aliados suyos durante los últimos dos años, y ciudadanos que fueron transportados desde Cuautla y ondeaban banderas blancas con letras guinda en apoyo al mandatario. Otros asistentes coincidieron en llevar cartulinas del mismo color verde fluorescente, muchas de ellas con la misma caligrafía que mostraban apoyo y agradecimiento al mandatario. Ambas porras pudieron pasar fácilmente el rígido filtro de seguridad montado por el Ejército y la policía estatal.
Cuauhtémoc Blanco inició su mensaje con generosidad: Gracias por confiar en nuestro proyecto de gobierno que se encuentra en su recta final”, aseguró y presumió “trabajamos apegados al estado de derecho y logramos avances importantes. Buscamos la cercanía con la gente para conocer sus necesidades y ofrecer soluciones. Atendimos sus peticiones, ejecutamos proyectos reales para la ciudadanía”.
Luego señaló que su administración se apartó de “los modelos de los gobiernos viejos” y en cambio se centró en garantizar los derechos al agua, la alimentación, la salud, el empleo. En tal sentido aseguró: “dejamos de lado las obras vistosas” que consideró poco útiles, y se atendieron, dijo, las necesidades de la ciudadanía. “Nuestro compromiso es trabajar a favor de la gente de Morelos que me brindó su confianza”, aseguró y remató: “he trabajado de manera honesta y transparente”.
Después de presumir la anulación de “objetivos criminales generadores de violencia”, y la disminución en tres índices delictivos de alto impacto, reconoció que la seguridad pública “sigue siendo el mayor reclamo social, lo asumimos y lo atendemos con la responsabilidad que se merece”.
Resaltó la inversión de más de mil 600 millones para obras de mejora urbana. “Acá están algunos presidentes que no me van a dejar mentir”, y era cierto, el de Cuautla, por ejemplo, Rodrigo Arredondo, cargaba hasta con porra con banderas.
Cuauhtémoc Blanco aseguró que la inversión en los municipios “fue posible gracias a la buena relación con el gobierno federal”.
Otro de los logros que resaltó fue la disminución de la tala clandestina gracias a la coordinación con gobiernos estatales y fuerzas de seguridad federales.
En Morelos nos sentimos orgullosos de seguir la transformación de México, dijo y aseguró que en materia de política social también se ha cumplido con la tarea de garantizar los derechos fundamentales de la sociedad.
“Si nos unimos todos podemos hacer muchas cosas”, aseguró el gobernador y advirtió que el estado ha recuperado la confianza y “tenemos la certeza de que avanza a un progreso”.
“Morelos trabaja y opera con finanzas sanas. Logramos reordenar el desastre administrativo que nos encontramos”, aseguró Cuauhtémoc Blanco, y aseguró que el estado va a la vanguardia en materia de administración pública.
Hace cinco años, dijo entre porras, iniciamos el rumbo hacia la transformación y reconoció que en su administración se enfrentaron granes retos, “no ha sido fácil pero nuestro compromiso se mantiene, les digo gracias por confiar y ser parte del camino al progreso. Si yo pude, ustedes también pueden hacer cosas en la vida”.
Cuauhtémoc Blanco se despidió así de la ceremonia, a la que siguió una pasarela de funcionarios públicos que en el mismo templete se acercaron a saludar al mandatario y posar para la foto oficial, “la del recuerdo”. Después de ello, Blanco Bravo también saludó a alcaldes e invitados que se acercaron a felicitarlo. Mientras eso ocurría, personal del Ejecutivo retiraba la silería para iniciar una verbena popular cuyo final fue la presentación de la banda El Recodo.