En la educación, cambios históricos, conflictos laborales e inseguridad
El 2023 puede ser recordado en el sector educativo de Morelos como un año histórico en las elecciones de representantes magisteriales y autoridades educativas, de recurrencia de conflictos laborales causados por la inoperancia de algunas autoridades y la falta de presupuesto para otras instituciones, de inseguridad, de contaminación partidista del sector y de la primera marcha que la autoridad educativa organizó contra sí misma.
Primero fue la elección del SNTE
La largamente esperada convocatoria para el Congreso Seccional de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Morelos se publicó la tercera semana de enero. Después de siete años al frente de la representación laboral en Morelos el liderazgo de Gabriela Bañón Estrada. El relevo debía haberse dado en el 2019, pero entre pandemia y falta de condiciones, la dirigencia nacional había decidido aplazarlo, según explicaron entonces varios aspirantes al cargo, así que cuando se emitió la convocatoria al Congreso que prepararía las condiciones para la elección la respuesta fue de muchos pronunciamientos con arengas a los maestros para apoyar a alguno de los aspirantes.
La noticia era mucho más profunda que el relevo en el SNTE, la organización laboral renovaría su dirigencia sindical por el voto directo y secreto de los maestros de Morelos. Los antiguos congresos en que se podía tirar línea para definir un dirigente “palomeado” desde la dirigencia nacional del sindicato habían quedado atrás, aseguraban los maestros que esperanzados participaban en las campañas, breves pero enjundiosas de diez aspirantes a la dirigencia sindical. Las planillas que se registraron estaban encabezadas por Felipe Castro Valdovinos, Joel Sánchez Vélez, Felipe Domínguez Alarcón, Yossmin Castillo Castrejón, Víctor Benítez Quintero, Paul Pliego Escobar, Alejandro Trujillo González, Zózimo Salazar Torres, Oswaldo González Sánchez y Elena Aragón García.
Las denuncias sobre injerencia externa en las campañas internas del SNTE eran frecuentes. El recién nombrado coordinador de asesores del gobierno del estado, Víctor Mercado, se dejaba ver cerca de Felipe Castro Valdovinos que le apoyaba a su vez en su aspiración por la candidatura de Morena a la gubernatura del estado; Oswaldo González Sánchez había sido seleccionado por el equipo de Gabriela Bañón Estrada que le apoyaba en la campaña; Felipe Domínguez Alarcón tenía respaldo la estructura del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) y su director, Eliacín Salgado de la Paz. La dirigencia nacional del sindicato, sin embargo, se mantuvo fuera de las campañas.
El 21 de febrero, con el 37% de los votos de los trabajadores de la educación, Joel Sánchez Vélez ganó la elección y se convirtió en el nuevo líder de la sección 19 del SNTE. En segundo lugar, quedó Felipe Castro Valdovinos, quien buscó impugnar el proceso para que su cuota de votos subiera y poder acceder a carteras en el nuevo comité, sin embargo, las quejas no prosperaron.
Nueva dirigencia sindical, los mismos problemas
Poco duró el festejo en la sección 19 del SNTE, desde sus primeros días las peticiones de apoyo para gestionar la solución a problemas en todos los niveles educativos. Inmediatamente llegaron las peticiones de maestros de nivel medio superior (conocidos como “homologados”), trabajadores jubilados, docentes de educación física, personal con plazas interinas y de nuevo ingreso, todas ellas con el mismo origen, la omisión de pagos por parte de la autoridad educativa. Otra de las quejas, ésta generalizada en todo el sector, iba dirigida al mal servicio que recibe el magisterio del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado.
La inseguridad y el Popocatépetl cerraron escuelas en Morelos
Los niños dejan sus asientos, se cubren la cabeza y se tiran al piso, algunos debajo de las mesas de trabajo, otros en el suelo. El maestro en cuclillas frente a ellos da instrucciones mínimas, llama a mantener la calma y aguarda en esa posición junto con los alumnos durante unos minutos. Así eran los simulacros de balaceras en las inmediaciones de escuelas que todavía a principios del 2023 se hicieron en escuelas de la región oriente. La medida se consideró exagerada en su momento, incluso los ayuntamientos decidieron cancelar las simulaciones bajo el argumento de que se hacía “apología del delito”, y empezaron otros planes para capacitar a las comunidades escolares para protegerse de hechos de violencia.
Sin embargo, en el año más de treinta escuelas suspendieron clases por hechos de violencia en sus periferias. Cuautla, Yautepec, Cuernavaca fueron los tres municipios que registraron cierres temporales de planteles por balaceras cercanas a éstos.
Otras escuelas suspendieron también sus actividades por ataques directos de delincuentes, desde el robo de equipo y mobiliario, en el caso de Temixco, hasta la extorsión a docentes en Casasano. Incluso hubo una secundaria técnica en Ciudad Chapultepec, Cuernavaca, que detuvo las labores por la presencia de un estudiante armado que amenazaba con masacrar a sus compañeros y una de sus maestras.
La ola de inseguridad también pegó a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) cuya Facultad de Nutrición tuvo que irse a clases virtuales por unos días en febrero por la amenaza en redes sociales de un ataque armado contra el plantel. El día que se recibió la advertencia, la UAEM evacuó a más de mil estudiantes de las facultades de Medicina, Enfermería y Comunicación Humana, todas muy cercanas en la colonia Volcanes, pero sólo Nutrición se mantuvo en clases virtuales dos días más.
La actividad del volcán Popocatépetl también provocó la suspensión de clases presenciales. El 22 de mayo, las explosiones en el coloso provocaron la elevación de alerta volcánica y con ello el cierre de 181 escuelas de nivel básico y 15 de media superior y superior en seis municipios, con lo que 30 mil alumnos y más de dos mil maestros tuvieron que tomar clases desde sus casas por una semana.
Más de una decena de bloqueos al IEBEM por protestas del magisterio
Profesores jubilados, y de telesecundarias, educación física, nuevo ingreso, homologados, y hasta niños de preescolar fueron a protestar en diferentes momentos del año en la sede del Instituto de la Educación Básica de Morelos.
Las quejas de docentes por falta de pagos y violaciones a la norma de contratación en cada nivel escolar se sumaron a las de niños que exigían rehabilitación de sus planteles. A las quejas de los trabajadores seguía el acompañamiento de su sindicato, pero la respuesta de la autoridad era posponer reiteradamente los pagos. De hecho, hasta los maestros que no tuvieron problemas laborales tan graves en este año reportaron atrasos en los pagos de nómina en por lo menos cuatro quincenas.
El IEBEM y el Movimiento Magisterial Morenista
Poco ayudó a distender los conflictos el activismo político del director, Eliacín Salgado de la Paz a favor del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el que milita desde 2022. Desde su incorporación al partido el funcionario ha sido un activo promotor de movilizaciones para procesos internos del partido. En mayo del 2023, trabajadores del IEBEM denunciaron que se les coaccionaba a apoyar eventos partidistas a favor del propio Eliacín, Ulises Bravo Molina (dirigente en funciones del partido y hermano del gobernador, Cuauhtémoc Blanco), y otros aspirantes a candidaturas.
Salgado de la Paz impulsó la organización de un grupo al que llamó Movimiento Magisterial Morenista. Los conflictos con el SNTE en la arena política arreciaron entonces dado que el magisterio tenía su propio partido, Nueva Alianza, y a que el director del IEBEM presionaba a los docentes y administrativos para adherirse al grupo que finalmente se presentaría en septiembre del 2023.
En paralelo, protestas de maestros y padres de familia acusaban al director del IEBEM de descuidar su función en aras de conseguir una candidatura. Maestros de Alpuyeca, profesores de telesecundarias, jubilados, homologados, administrativos, incorporaron a sus protestas la queja contra el activismo político de Eliacín Salgado.
El histórico relevo en la UAEM
El proceso para designar a quien sucedería a Gustavo Urquiza Beltrán en la rectoría de la UAEM empezó desde septiembre del 2023. Al cierre de la convocatoria, Fabiola Hernández Velasco, Viridiana Aydee León Hernández, Roberto Coranguez Esquivel, Felipe de Jesús Bonilla Sánchez, Lorena Noyola Piña y José Mario Ordóñez Palacios quedaron como los únicos inscritos en un proceso con pocos aspirantes en comparación de ediciones anteriores.
Con la inscripción comenzaron a revivir los problemas más sentidos por la comunidad universitaria, la inseguridad en los alrededores de las escuelas de la UAEM en todo el estado, la violencia de género que históricamente se había normalizado en la institución, los conflictos laborales y presupuestales, todos afloraron, la mayoría de ellos estaban contemplados en los planes de trabajo de los aspirantes.
El último día de octubre el Consejo Universitario aprobó la terna enviada por la Junta de Gobierno después de la valoración de los perfiles. Viridiana Aydée León Hernández, Lorena Noyola Piña y Fabiola Álvarez Velasco integraron la primera terna de sólo mujeres para la rectoría con lo que la universidad tendría su primera rectora en 70 años de historia. Con la selección de la terna comenzaron formalmente las campañas por la rectoría que durarían menos de un mes y consistieron en la presentación de los proyectos de trabajo de las aspirantes ante grupos de universitarios.
Desde fuera, los sindicatos universitarios y grupos de estudiantes pedían a las aspirantes incluir temas como el rezago salarial y la violencia de género y acoso sexual en la universidad como prioridades en una agenda urgente para la institución.
El 17 de noviembre, Viridiana Aydée León Hernández fue electa rectora de la UAEM con 110 de los 149 votos posibles. El 4 de diciembre, al rendir protesta en su nuevo cargo, la primera rectora en la historia de la UAEM llamó a apostar por el liderazgo femenino, por un enfoque inclusivo y visionario, también se comprometió a una administración humanista, con eficiencia y eficacia, perspectiva de género y visión de futuro próspero, sustentable y prometedor.
El papel del Congreso en el financiamiento de la educación
En marzo del 2023, la dirigencia del SNTE en Morelos acudió al Congreso local para enterarse de que el pago de prestaciones pendientes para los maestros jubilados de Morelos había sido etiquetado en el paquete económico que los diputados habían aprobado desde octubre del 2022. Pese a ello, alrededor de 12 mil trabajadores de la educación en retiro seguían esperando los pagos para los que los legisladores programaron 68 millones de pesos que el Ejecutivo tendría que ejercer.
Era junio de 2023 y ante los problemas financieros de la UAEM, el Ejecutivo de Morelos retomó la propuesta presentada al Congreso en 2022 para aumentar el financiamiento estatal a la institución del 2.5 al 3.5% del presupuesto total del estado. Después de reuniones de cabildeo con representantes de la UAEM, la iniciativa fue corregida y aprobada por el Congreso local a mediados de julio y el Ejecutivo la publicó en el periódico oficial Tierra y Libertad hasta el 21 de septiembre, sin embargo, la tardanza no aplazó la obligatoriedad de su aplicación para el 2024. Con el incremento la UAEM recibirá, en el 2024, recursos estatales por más de mil 247 millones de pesos, 358 millones más que en el año que está por terminar.
A finales de noviembre, una movilización de maestros del SNTE acudió nuevamente al Congreso para buscar que se etiquetaran recursos por más de 190 millones de pesos para pagos diversos de prestaciones que cada año. El Legislativo avanzó en las peticiones del magisterio aunque no pudo cumplirlas todas.
La marcha de la autoridad contra sí misma
El 7 de diciembre, delincuentes asesinaron a la maestra Alejandra Nayelli Soto Casillas afuera de la escuela primaria Aquiles Serdán de Cuernavaca. No fue el primer hecho de violencia que padeció el magisterio en un año en que cientos de trabajadores de la educación han sido víctimas de delitos como asalto, extorsión y homicidio. Pero este caso fue el que la autoridad educativa del nivel básico, el IEBEM, escogió para manifestarse contra la violencia y a favor de la paz el 12 de diciembre, a sólo unos días de que iniciaran las vacaciones.
La operación de la marcha estuvo a cargo del director de la institución, Eliacín Salgado, y su equipo cercano. Desde días antes empezaron a convocar a los maestros de todo el estado, advirtieron que se suspenderían clases y que la asistencia de los docentes era obligatoria, según denunciaron los propios trabajadores de la educación. El trazo de la marcha estaba programado entre la glorieta del Niño Artillero, al sur de Cuernavaca, hasta un crucero a media calle del ayuntamiento de Cuernavaca, sede del gobierno municipal que busca Eliacín Salgado para lo que ya se ha inscrito a la contienda interna de Morena.
El cálculo fue equívoco. Los maestros acudieron con cartulinas y pancartas en contra del gobernador, Cuauhtémoc Blanco y del propio Eliacín Salgado, exigiendo la salida de ambos de sus cargos. Los carteles se mezclaban con las leyendas por la paz, la justicia, y en contra del alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui y el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara.
Al llegar al punto donde se suponía terminaría la marcha, miles de maestros decidieron continuar hasta la plaza de armas y manifestarse frente al Palacio de Gobierno exigiendo la renuncia del gobernador y de Eliacín.
El accidentado cierre del 2023 en la UAEM
Mientras los estudiantes iniciaban sus vacaciones, en la Universidad los trabajadores velaban armas por el atraso en el pago de sus aguinaldos. La amenaza de movilizaciones y bloqueos en calles y plazas comerciales favoreció a que el gobierno estatal desembolsara más de cien millones de pesos para el pago parcial de la prestación a los trabajadores que cerraron el año cobrando parte de su aguinaldo y urgiendo a que sigan las negociaciones para obtener los recursos faltantes.