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Viviana Gutiérrez / Carlos O. Morales

El Comité de Defensa y Preservación del Parque Melchor Ocampo (CDyPPMO) en Cuernavaca anunció el lanzamiento de su primera campaña de acopio en defensa de este espacio natural. El objetivo primordial es rescatar los árboles nativos que se encuentran en el lugar, ya que las administraciones anteriores no les han proporcionado el mantenimiento necesario.

David Guerrero, uno de los organizadores, explicó que las actividades tienen como propósito reforestar y rehabilitar los espacios verdes. En este sentido, hizo un llamado a los cuernavacenses y a todos los interesados a unirse a estas acciones cívicas y contribuir con donaciones de abono o fertilizante.

“Les pedimos que nos apoyen donando abono triple 16, sulfato de amonio y tierra. Además, en el mismo contexto, estamos organizando diversas actividades culturales. La campaña se llevará a cabo durante un mes, comenzando el 1 de septiembre”, señaló Guerrero.

Adicionalmente, comentó que se presentará una carta al Ayuntamiento de Cuernavaca solicitando la rehabilitación de los baños, ya que actualmente no se dispone de este servicio. También pedirán un aumento en la frecuencia de los recorridos de vigilancia por parte de la policía en los alrededores del espacio público.

“Nuestro propósito también es rescatar especies que requieren cuidado y alimento para su desarrollo, como los guayacanes y los ahuehuetes. Igualmente, estamos enfocados en revitalizar la Biblioteca, ya que su uso es limitado en la actualidad”, agregó.

Décadas de deterioro

 

Abandonado por décadas, convertido en basurero, con plagas, destruido por el paso de pipas diariamente, y sin un mantenimiento adecuado por parte de autoridades municipales, el legendario Parque Melchor Ocampo, antiguamente llamado Carmen Romero Rubio, ha entrado poco a poco en un grave riesgo de verse destruido de manera irreversible.

La belleza de sus árboles y su flora, pese al deterioro que registra, se aprecian en toda su magnitud a cada paso que dan los visitantes y se adentran por esos caminos de concreto y viejos ladrillos, los cuales llevan hasta el fondo del parque donde se haya una antigua alberca y que hoy, es sitio para lavar taxis y para llenar automotores, carro tanques con agua del manantial, negocio particular que toleran y solapan autoridades del ayuntamiento de Cuernavaca.

El otrora hermoso parque que tuvo su esplendor para la gente de Cuernavaca la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX, sufre los estragos de plagas, ante la falta de fertilizantes y amonio, así como tierra de hoja, ha sido objeto del cambio de nombres, de modestas reparaciones, y un jugoso botín para muchos, que se han topado con la defensa férrea de ambientalistas y defensores de los árboles.

En este contexto, el CDyPPMO exigieron a las autoridades municipales una mayor atención para la preservación del parque y que se someta a Cabildo la posibilidad de que se destinen recursos para rescatar al parque que históricamente ha sido lugar de descanso y esparcimiento para los cuernavacenses, así como sitio de visita obligado para el turismo nacional y extranjero.

Para tal efecto, desde este nueve de agosto, y hasta el nueve de septiembre, se habrán de realizar diversas actividades culturales, entre ellas, los viejos y tradicionales rituales de los antiguos tlahuicas, como la danza de los cuatro puntos cardinales, con el sonar de los huehues, el teponaxtle. La caracola y el intenso olor del copal, clásicas formas de pedir la llegada de las lluvias para tener mejores cosechas, y para que los dioses sean benévolos con su pueblo, en este caso, con el pueblo morelense.

 

Una camioneta estacionada afuera de una casa

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Foto: CDyPPMO

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