loader image

• Los celulares de los detenidos los ubican en la zona del homicidio y las declaraciones de uno contradicen las versiones de testigos.

• El teléfono móvil de la víctima “apareció” en las instalaciones de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca.

Por Carlos Quintero J.

El día en que Rafael B. M. fue asesinado, salió de su casa, en la colonia Lomas Tetela, con la intención de desayunar con su socio, Hugo Ochoa Delgado, en el restaurante “El Refugio”, ubicado en la calle Paseo del Conquistador de la colonia Lomas de Cortés de Cuernavaca. 

Ese jueves 2 de septiembre de 2021, Rafael salió del restaurante y caminó hasta su camioneta que dejó estacionada cerca de ahí, en la calle Cuesta Clara. Al tratar de subir a su vehículo, el hombre fue asesinado por disparos de arma de fuego.

Un día antes, los socios habrían acordado reunirse para tratar un tema de negocio: la licitación para abastecer de sanitizante a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en dónde Rafael aportaría 840 mil pesos, según versiones de Ochoa.

En una entrevista, Hugo Ochoa aseguró a la policía que ese día había desayunado con Rafael y que alrededor de las 12:30 horas se despidió de él y cruzó la calle con rumbo a una tienda de conveniencia.

Pero la versión de una mesera y de la dueña del restaurante es diferente: Hugo nunca llegó a la cita. Rafael estuvo solo todo el tiempo.

Verónica, la mesera, informó al agente que la entrevistó que conocía a Rafael pues ambos estudiaron juntos. Ella recordó que Rafael ordenó unas enchiladas y un café, después un segundo café antes de pedir la cuenta y salir del restaurante.

En tanto Mariana, la dueña de “El Refugio”, secundó la versión de Verónica y dijo que poco después de que Rafael abandonara el sitio escuchó 6 disparos y, al salir, vio a su cliente ya herido.

Teniendo como sustento las declaraciones de Verónica y Mariana, la Fiscalía inició la investigación y solicitó un informe de los equipos de comunicación de Hugo y, por medio de su teléfono móvil, se le ubicó cerca de la escena del crimen.

Del reporte telefónico se desprendió que Hugo se comunicó con José Alfredo Uribe Domínguez, la segunda persona imputada, por lo que solicitaron otro informe ahora del celular de este que reportó que en esos momentos también estaba ubicado en un lugar cercano a los hechos.

La Fiscalía pidió un tercer informe, del teléfono de Rafael, que no se había hallado en el sitio del homicidio pero un día después de los hechos, apareció en las instalaciones de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca.   

Para la Fiscal del caso, Hugo y José Alfredo fueron referenciados geográficamente, por sus celulares, en las inmediaciones del lugar donde Rafael fue asesinado. Además, se supo que el supuesto negocio en el que la víctima invertiría casi un millón de pesos nunca existió. 

Esta fue la versión que la Fiscalía dio a conocer al Juez Especializado de Control, Edie Sandoval Lome, quien, a solicitud de las dos personas imputadas, fijó el lunes 13 de febrero para continuar con la audiencia de vinculación a proceso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *